Es difícil entender
como en el avanzado Occidente desarrollado, en donde la educación obligatoria y
sobre todo el acceso al conjunto del impresionante conocimiento (tan duramente
obtenido por nuestra especie a lo largo de los siglos) y que está prácticamente
accesible a todo el mundo (no hay más que teclear en la web vía Google o
cualquier programa de descargas el título de cualquier libro de los grandes
pensadores o científicos para poder casi con toda seguridad descargarlo de
forma inmediata), que la superstición y la irracionalidad lejos de desaparecer se
encuentren quizás en su mejor momento y con una oferta cada vez más amplia y a
la vez más desquiciada.
Así hoy en día, además
del conjunto "histórico" de supersticiones varias heredadas
generación tras generación: religión, espiritismo, astrología, curanderismo, etc
nos encontramos con que prácticamente cada día aparecen nuevas formas de
irracionalidad. El último ejemplo nos viene como no desde EEUU, tierra fértil
abonada a la superstición y el paradigma más claro de que el desarrollo
científico-tecnológico más avanzado no está para nada reñido con las opiniones
más absurdas tal y como lo corrobora una
encuesta recientemente realizada por el "Public Policy Polling".
En ella se ha estudiado el nivel de aceptación entre la población del imperio
norteamericano de las más variadas y absurdas teorías conspiratorias y
creencias desatinadas y los resultados son a la vez esclarecedores y muy
deprimentes. Si no juzguen ustedes.
Así el 21% de los adultos norteamericanos
(varias decenas de millones de habitantes) piensan que un OVNI se estrelló en
1947 en el poblacho de Roswell en Nuevo Méjico y que por supuesto el
gobierno estadounidense ha ocultado durante más de 60 años tan increíble suceso,
que de ser cierto cambiaría de forma radical tanto nuestro pensamiento como
nuestro conocimiento científico actuales. Un gobierno que recordemos, fue
incapaz de mantener en secreto el más avanzado proyecto científico-militar del
momento, el Proyecto
Manhattan lo que le hubiera permitido poseer una aplastante ventaja militar
mundial y haber evitado la guerra fría sometiendo a la Unión Soviética a su
antojo si esta hubiera tardado algunos años más en finalizar su propio programa
de armamento nuclear sin la ayuda de los espías infiltrados. Y según estas
decenas de millones de norteamericanos, un evento como el de Roswell que hubiera
implicado el trabajo durante décadas de cientos cuando no de miles de investigadores
de prácticamente todas las áreas científicas: físicos, químicos, bioquímicos, biólogos,
médicos, especialistas en todo tipo de ingenierías, etc. para poder intentar entender
tanto una tecnología de transporte tan avanzada como para permitir viajar de un
sistema solar a otro como la exobiología de sus supuestos inventores y
fallecidos pilotos de la nave alienígena, sigue herméticamente oculto ante cualquier
posible escrutinio década tras década.
Pero claro que se puede esperar de unos
individuos que siguen pensando (un 28% del total) que Saddam Hussein estuvo
implicado en los atentados terroristas del 11S en Nueva York y Washington,
porque imagino que serán los mismos que creen en el incidente de Roswell porque
de no ser así estaríamos hablando de que prácticamente la mitad de la población
norteamericana comulga con alguna de estas manipulaciones. También un 20% de
los ciudadanos adultos de EEUU piensan que las vacunas infantiles producen
autismo aún cuando está perfectamente documentado que no existe relación
alguna.
Pero si piensan que lo anterior es insuperable,
agárrense porque aún hay más. El 13% de los adultos yanquis cree que el actual
presidente Barack Obama es simple y llanamente nada más y nada menos que el
Anticristo. No me digan que estos individuos no están para ser encerrados directamente
en un psiquiátrico y que les atiborren de medicamentos. Pero claro, es
que también el 14% de los ciudadanos estadounidenses piensan que el Bigfoot no sólo existe, sino
que corretea libre por los bosques de América del Norte.
Y
continuamos con la paranoia, el 9% de los encuestados opina que los gobiernos
añaden flúor (el mismo elemento químico que usamos en las pastas dentales) al suministro
agua no para ayudar a la higiene bucal, sino por oscuros y siniestros motivos
de control mental tal y como
parece ser que ya pusieron en práctica nazis y comunistas soviéticos. Imagino
que serán parte del 15% de los encuestados que piensan que desde la TV se
emiten señales de control mental. Aunque estos pobres ignorantes no entienden
que esas señales son totalmente innecesarias, puesto que los programas de
teletienda, esoterismo y adivinación, chicas en bikini, culebrones varios y aquellos
que se dedican a emitir alguno de los miles de millones de absurdos videos de
gatos u otros animales, bebes o batacazos de congéneres patosos que pueblan Youtube
pueden mantener a las masas ignorantes y aborregadas mucho más eficientemente y
de forma más barata para el poder.
En
resumen como dice el antiguo dicho "Cosas veredes, amigo Sancho".
Cuidado, porque los EEUU pese a ser una (la) gran potencia económica, política y militar, realmente es un país lleno de paletos, lo que se dice músculo puro y duro. Con una educación de calidad solo al alcance de una élite minoritaria, ya sabemos que efectos produce: ignorancia y ausencia de capacidad crítica, luego terreno abonado para las supersticiones y otras religiones, así como para tragar con todo tipo de estupideces y mentiras.
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