Cuando los niños saben que España es su nación

La vicepresidenta del gobierno español ha hecho unas  "lúcidas" declaraciones dentro de la nueva estrategia del Partido Popular en defensa del estado nacionalcatólico

"es necesario que los niños sepan que España es su nación"

Señora ministra si quiere inculcar amor verdadero y profunda devoción a la patria española, o ya puestos a cualquier patria de las cientos que cubren el globo terráqueo, lo tiene muy pero que muy fácil. Una patria para un niño es simplemente el lugar en donde

* sus padres tienen unos trabajos dignos que les permite cubrir todas sus necesidades básicas

* puede enfermar sin sentirse culpable de arruinar a sus padres o que estos sean despedidos por faltar a su trabajo al tener que cuidar de sus descendientes

* puede jugar en lugar de tener que trabajar, como en infinidad de países del tercer mundo donde son esclavizados para mantener la competitividad del país frente a otras naciones más subyugadas y oprimidas si cabe

* puede estudiar matemáticas, historia, ciencia o literatura en lugar de recibir adoctrinamiento religioso-fascistoide, más comúnmente conocido por enseñanza nacionalcatólica 

* él y sus familiares pueden expresar libremente no sólo sus ideas, sino también su disgusto por un sistema corrupto, sumiso y humillado frente a los mercados internacionales y el gran capital mundial

* no se persigue y se condena a miserables desempleados por no poder pagar sus hipotecas

* no se condena a una muerte segura a cientos de miles de inmigrantes ilegales o a vivir una vida de miseria a millones de pensionistas por no poder cubrir sus gastos sanitarios

* los verdaderos culpables de arruinar el país, por robar cientos de miles de millones de euros en arriesgadas y complejas operaciones especuladoras son acusados judicialmente y en su caso, tras un juicio justo pero severo acaban purgando sus delitos en la cárcel

* los políticos corruptos y serviles ante los poderes fácticos, en lugar de ser defendidos por sus respectivos partidos y votados por sus electores rindan cuentas tanto política, moral y judicialmente de sus reprobables e ilegales actos

En resumen, un país en donde en lugar de saciar a especuladores, tiburones financieros y avaros banqueros mundiales no se tenga que destruir un parco estado del bienestar y con ello una democracia imperfecta, construidos ambos con el sudor y el esfuerzo de la ciudadanía y en donde se pueda seguir manteniendo la esperanza en un futuro mejor.