No sólo es que la fértil locura de los truhanes no descansa
sino que además se adapta a los nuevos tiempos con ritmo vertiginoso. Por ello
como no podía ser de otra forma un avispado japonés de nombre Ryuho Okawa, imagino que
harto de trabajar y vivir en la robotizada y asfixiante sociedad nipona, se autodenominó
Buda viviente de
una nueva religión denominada Happy Science, que como
su nombre indica trata de aunar la mecánica habitual de las religiones con la
ciencia en una mezcolanza difícil de digerir salvo para aquellos ignorantes
siempre dispuestos a buscar en cualquier timador el misticismo que de sentido a
sus anodinas vidas.
La gran misión de esta religión que predica la paz, el amor,
la armonía y la felicidad es crear un reino de dios perfecto. Vamos, como
todas. Así que por ahora nada nuevo bajo el sol. Nuestro protagonista piensa
que la sociedad del futuro se basará en el conocimiento y los avances
científicos (vean que como buen visionario predice algo que ya es del dominio
público desde hace décadas) pero sobre una filosofía que afirma la existencia
de un mundo espiritual y la reencarnación. Aquí se nota la influencia oriental,
se ve que sin reencarnación no se le apunta ni dios a su religión en el extremo
oriente.
Ahora vayamos a los fundamentos teológicos de esta religión
aunque ya les adelanto que no son para nada nuevos ni sorprendentes. Parece ser
que existe un dios (con nombre de cantaor de flamenco gitano o de canción italiana
melosa del festival de San Remo) llamado El
Cantare. De verdad que no es broma, se ve que desde la óptica japonesa
tendrá gancho. Este dios supremo vive en la novena dimensión del mundo
espiritual (ahí es nada) y agárrense porque es el líder de múltiples espíritus
evolucionados como Jesucristo, Moisés, Confucio, los ángeles, los arcángeles,
el Tathagata o Buda o
los Bodhisattvas. El Cantare ha ido enviando a la Tierra a lo
largo de los siglos a diversos sabios y mesías como Jesucristo, Moisés, Mahoma,
Confucio o Sócrates para guiarnos hacia el mundo celestial, por lo que en
realidad es el Elohim del antiguo testamento, el dios padre de la biblia
cristiana y Alá del Corán. Vamos todo en uno, pero con los diversos nombres que
le han ido poniendo los diferentes alucinados a través del tiempo.
No piensen que esto es únicamente la locura de un timador
puesto que según su propia web la iglesia está repartida ya por unos 90 países
con varios millones de adeptos. Por ejemplo cuenta con unos diez mil seguidores
en Uganda de tal forma que hasta los predicadores
protestantes del país la consideran un poderoso enemigo a batir. Y como
siempre, el nuevo dios El Cantare no puede ser invocado en la intimidad, sino
que necesita para poder ser adorado adecuadamente, aunque sea en un país asolado
por la miseria como Uganda, megalómanas construcciones como la siguiente,
faltaría más.
Además parece ser que desde el último siglo Japón es una
incubadora en donde cada pocos años aparece algún tipo de nueva religión. Sólo desde la segunda guerra mundial han
aparecido en el país del sol naciente una
veintena de estas nuevas religiones.
En resumen, se cogen varias religiones ya establecidas, se
mezclan sus fundamentos, se añade un poco de ciencia y se promete la felicidad
y el amor; se agita todo muy bien y ya tenemos otra absurda imbecilidad lista
para embaucar a varios millones de deficientes mentales repartidos por todo el
globo. Y a vivir del cuento que son dos días. Les dejo con la imagen del nuevo
Buda viviente recien salido de la peluquería con una buena depilación de cejas.
P.D. a 12/9/2012
Leo en el blog de Juan
Arias en El País que existen templos sintoístas en Japón que ofrecen ritos y
bendiciones para aparatos tecnológicos. Así por ejemplo se puede pedir protección
divina contra los virus de ordenadores. Lo dicho, los truhanes y mentirosos de
lo divino es que no descansan. Les dejo con uno de sus rituales.
Me creo más las cosas que pasan en Dragon Ball Z. Hoy recibí un folleto que me invita a participar en la Japi Saiens y me encantó porque ahí aparece la representación gráfica de El Cantare y reviví lo mucho que me gustó la película Atlantis. Es igualito!: una fuerza suprema de donde se desprenden otros dioses o iluminados pero además según esa gráfica el lider de la Happy Science es el más fregón de todos los tiempos. Y no me extraña porque el señor es gresado de leyes experto en comercio en finanzas internacionales. oSEA que su secta viene a ser de calidad, jajajajja
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