Finalmente la Delegación del Gobierno de Madrid ha permitido
que se
celebre la protesta contra los abusivos privilegios de la Iglesia católica en
España que prevaricadoramente se prohibió en semana santa para que los
católicos volvieran a ocupar en exclusiva muestras ciudades. Pero por supuesto
la impresentable delegada del gobierno Cristina Cifuentes no ha podido mostrar
neutralidad y siguiendo el ramalazo cristiano-fascista y nacionalcatólico que
caracteriza a muchos altos cargos del actual gobierno de derechas ha advertido
que disolverá la manifestación si se producen "ofensas" a los
católicos. Claro para ella ofender es decir la verdad: el catolicismo es una religión antidemocrática, parasitaria y represiva.
Por el contrario,
nadie ha disuelto en los últimos 30 años ninguna de las numerosas manifestaciones
de los fanáticos católicos con Rouco Varela y el Papa a la cabeza cuando día sí
y día también ofenden a divorciados, lesbianas, parejas de hecho, transexuales,
hijos de madre soltera, homosexuales, separados, mujeres que han abortado y un largo etcétera de
ciudadanos que no vivimos bajo el yugo de su siniestro, represor y alienante diosecillo.
Menuda desvergüenza.
Esto demuestra
fehacientemente que los ateos somos uno de los últimos colectivos sin derechos fundamentales (expresión y manifestación) en
esta pseudodemocracia de opereta en la que vivimos.
Creo que los ateos somos muy peligrosos para el sistema.
ResponderEliminarSupongo que si la manifestacion la hubiera convocado una religión minoritaria podría haber obtenido los permisos.
Pero el ateísmo claramente es una amenaza para cualquier sistema político que vaya de la mano de la religión. Querer la universalización del pensamiento crítico, el escepticismo y la duda metódica nos convierte en ciudadanos no gratos para un Estado que no quiere librepensantes sino consumidores sumisos.
Completamente de acuerdo contigo Sheppard, para el poder da igual la religión en la que se crea porque siempre se está sometido y se es manipulable
ResponderEliminarSaludos