Este es el descorazonador título de un artículo publicado en la prestigiosa revista Science sobre la interferencia de la religión en la educación científica de los escolares en EEUU. Y no, este no es un estudio antiguo sino que fue realizado el año pasado.
Los autores recuerdan que aunque el creacionismo ha perdido todas las batallas legales en las cortes de justicia estadounidenses en los últimos 40 años en cambio está cada vez más presente en las aulas norteamericanas. Así estos autores indican que mientras tanto la evolución en particular y el método y razonamientos científicos están cada vez más ausentes en los planes de estudio socavándose sistemáticamente la ciencia. Y todo ello por la resistencia de los propios profesores de biología norteamericanos a explicar directamente y sin tapujos biología evolutiva para así evitar enfrentamientos con los padres con creencias religiosas.
Los datos del estudio indican que el creacionismo ha infectado los departamentos de ciencia de los colegios norteamericanos minándolos desde dentro. Así en los colegios de los distritos norteamericanos más conservadores hasta un 40% de los profesores de biología no aceptan la evolución humana. Incluso en los colegios de los distritos menos conservadores todavía existe un increíble 11% de profesores de biología que creen en el creacionismo. Solo el 28% de los profesores norteamericanos cumplen las recomendaciones del “National Research Council” sobre enseñanza de la ciencia mientras que por el contrario hay un escandaloso 13% de los profesores que defienden el creacionismo o el diseño inteligente de forma dogmática como realidad biológica anticientífica. Y estos individuos siguen impartiendo clases de biología. Es como si entre los profesores de geografía o geología hubiera defensores de la tierra plana.
Además este estudio muestra que el restante 60% de los profesores de biología norteamericanos tienden a evitar la controversia ya que no son creacionistas pero no enseñan explícitamente evolución generalmente por falta de confianza en su propia capacidad de defender los datos científicos. Es decir en la práctica son malos profesores que incumplen con sus obligaciones docentes. Algunos de estos profesores ineptos se defienden argumentando que ellos exponen los dos extremos y dejan que sean los propios adolescentes los que decidan. Como comentan los autores del estudio, ¿un alumno de 15 años tiene la suficiente preparación, formación e información para cuestionar o rechazar la infinidad de trabajos de investigación realizados en el último siglo por miles de científicos de todo el mundo sobre mecanismos evolutivos? Es lo mismo que si al mismo adolescente cuando se encuentra enfermo se le permite elegir entre diversos tratamientos opcionales: medicinas y cirugía frente a otras posibilidades como la sangría mediante sanguijuelas, los hechizos de bruja, etc. ¿no será entonces el médico responsable de los posibles daños que se desarrollen al elegir la superstición a la medicina probada? Pues tampoco en este caso se puede ser neutral entre la realidad y los cuentos sin fundamento.
Como comentan los autores del estudio, este 60% de cautos profesores que no desean problemas pueden ser los que realmente contribuyan más a dificultar el progreso científico porque impiden en las mentes adolescentes todavía en periodo de formación el desarrollo de la curiosidad científica, que es la base de todo nuestro conocimiento y desarrollo tecnológico. Además sirven para minar la autoridad de los expertos reconocidos ya que para ellos valen lo mismo los descubrimientos que ha desarrollado un premio Nobel como las disparatadas alucinaciones de un individuo que habla directamente con su dios particular, legitimando por tanto los argumentos creacionistas aunque sea de forma no intencionada.
Interesantísimo artículo. Para mí es tan frustrante que los científicos tengan que perder el tiempo en refutar teorías de fantasía...
ResponderEliminarComo propones en tu blog, aporto el link en el que trato el creacionismo en mi blog.
http://www.divinoplacebo.com/la-mafia-del-diseno-inteligente/
Saludos