Parece ser que un equipo de fútbol argentino tenía como amuleto una imagen de la Virgen de Guadalupe. Hace unos meses una racha especialmente negativa de ocho derrotas hizo a la plantilla replantearse esta devoción. Así que a la vista de que su virgen no les ayudaba mucho, recurrieron a la competencia en forma de un brujo que les aseguró que la estatua les traía mala suerte. Así que rápidamente los futbolistas decidieron eliminar tan molesta y nefasta influencia. Como ven un caso más de la cortedad mental de los supersticiosos creyentes. En lugar de entrenar más y jugar con más ahínco y profesionalidad los alineados creyentes se enzarzan en disquisiciones surrealistas sobre el gafe de una estatua católica y los consejos de un brujo. Todo para no asumir responsabilidades y comportarse como niños de parvulario, pero que se puede esperar de la religión, nada más que superstición y tonterías. Pero no se vayan que la historia se complica con nuevos débiles mentales. Algunos católicos al enterarse de lo sucedido se sintieron ofendidos con el tratamiento a su imagen venerada y el arzobispado local se enfrentó al club de fútbol llegando a denunciar a la justicia la desaparición de la talla. No me digan que no es para troncharse de risa. No sé porque se ofenden estos católicos. Estaba más que claro que su virgen no hacía bien su trabajo y fue despedida con toda justicia. Si cuando el equipo gana, el título conseguido se le ofrenda a la virgen pues cuando pierde bochornosamente algo habrá que hacer con tan inútil deidad. Pero como todos sabemos que la iglesia católica es poderosa, el equipo ha tenido que recular y han vuelto a poner la imagen en su ubicación previa. Como nota decir que mientras la virgen estuvo ausente del campo, el equipo argentino ganó varios partidos así que por lo que parece el brujo no andaba muy desencaminado con su diagnóstico. Así que viva la competencia y mientras tanto a esperar como dijo alguna vez el genial Woody Allen: ¡Si Dios me diera una señal clara! Como depositar a mi nombre una enorme suma de dinero en un banco suizo.
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