Uno de los argumentos de los piadosos instalados en la absoluta estupidez de sus creencias, es que
cualquier tipo de crítica hacia ellos y sus absurdos, racistas, genocidas y
discriminadores dioses implica un ataque agresivo hacia sus sacrosantas e intocables verdades reveladas. Pero ¿porque tenemos que respetar su ignorancia, su superstición,
sus comportamientos antidemocráticos, discriminadores y alienantes?
Pues por la misma razón que teníamos que tolerar a los propietarios de esclavos o a los maltratadores conyugales antes de que hubiera leyes contra esas prácticas criminales aunque muchas personas en la antigüedad ya sabían que estaba mal tener esclavos o pegar a tu mujer. Porque se apoyaban en una tradición que se remonta a nuestros orígenes como especie salvaje.
En el mundo no podemos hacer dejación y debemos aplicar los derechos humanos más elementales a los segmento de población más débiles, mujeres y niños que son el principal blanco de discriminación y alienación de todas las religiones. Y sí, debemos aplicar esos derechos humanos por encima de sus preferencias porque históricamente los más oprimidos son los que notan menos la opresión. No vale que una mujer alienada por siglos de dominación machista diga que ella lleva el burka por decisión propia y que acepta que su octogenario marido tome una nueva esposa núbil. No vale que un niño de 8 años diga que él ha decidido libremente amar a Jesús, o a Buda, o a cualquier otro miserable diosecillo que le han inculcado sus padres por encima de todas las cosas. ¿Por cierto dejamos a ese mismo niño cruzar libremente la calle o jugar en el alféizar de una ventana abierta?
Como bien dice el famoso comediante ateo Pat Condell en este video debemos ser intransigentes con los que llevan siglos imponiendo su intransigencia al resto de la sociedad.
Pues por la misma razón que teníamos que tolerar a los propietarios de esclavos o a los maltratadores conyugales antes de que hubiera leyes contra esas prácticas criminales aunque muchas personas en la antigüedad ya sabían que estaba mal tener esclavos o pegar a tu mujer. Porque se apoyaban en una tradición que se remonta a nuestros orígenes como especie salvaje.
En el mundo no podemos hacer dejación y debemos aplicar los derechos humanos más elementales a los segmento de población más débiles, mujeres y niños que son el principal blanco de discriminación y alienación de todas las religiones. Y sí, debemos aplicar esos derechos humanos por encima de sus preferencias porque históricamente los más oprimidos son los que notan menos la opresión. No vale que una mujer alienada por siglos de dominación machista diga que ella lleva el burka por decisión propia y que acepta que su octogenario marido tome una nueva esposa núbil. No vale que un niño de 8 años diga que él ha decidido libremente amar a Jesús, o a Buda, o a cualquier otro miserable diosecillo que le han inculcado sus padres por encima de todas las cosas. ¿Por cierto dejamos a ese mismo niño cruzar libremente la calle o jugar en el alféizar de una ventana abierta?
Como bien dice el famoso comediante ateo Pat Condell en este video debemos ser intransigentes con los que llevan siglos imponiendo su intransigencia al resto de la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario