Sí, están leyendo bien. Resulta que el Ayuntamiento de
Garaballa en Cuenca con su alcaldesa, Aurelia Palomares a la cabeza aprobó recientemente una moción en pleno municipal en el que estipulaba cómo debía
vestir y qué debía llevar la Virgen de Tejeda que parece ser que es la patrona
del pueblo. Toma separación iglesia-estado. No me digan que no es insultante,
con la que está cayendo con la crisis y todo un equipo municipal tratando
asuntos religiosos. Si es que esto solo puede ocurrir en la España de pandereta
que ha dejado siglos de idiocia católica en las mentes de los aborregados
creyentes. Parece ser que en el pueblo hay partidarios de que la imagen de la
virgen lleve peluca. No me pregunten el porqué de dicho atuendo, sólo dios en
su infinita sabiduría puede iluminarnos sobre este menester. Aunque vista la
falta de gusto habitual de los católicos, sólo hay que ver la foto de la imagen
toda recargada de oro, brocados, sedas y piedras preciosas pues cualquier cosa
le combina con toda naturalidad.
El problema es que en dicho pueblo habitan tambien otros
lugareños que se oponen a dicho elemento estético. Se ve que tanto unos como otros han
sufrido fuertes insolaciones y es que la vida en el campo mejora la salud física
pero parece ser que acarrea graves problemas con el intelecto. Y aunque todos
son católicos y devotos de la virgen (faltaría más), el enfrentamiento acabó con la intervención
de la Guardia Civil de por medio. Toma caridad cristiana. Imaginen que hubiera pasado si hubieran adorado a dioses diferentes. No me digan que no es
surrealista. Total que al final y para no calentar más los ánimos de los
encendidos devotos encabezados por la alcaldesa, la virgen saldrá con peluca.
Si es que hay que modernizarse. El próximo año espero que le hagan una buena cirugía
estética y le pongan unos hermosos labios de silicona y otras prótesis que le realcen
la figura y ya verán como aumenta la parroquia cristiana.
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