Una organización criminal llamada iglesia católica, la CNT y la libertad de expresión

Es habitual encontrar que las personas que más denigran e insultan sean las que más rápidamente se sienten ofendidas por los comentarios o críticas de los demás. Esto es especialmente verdad con los religiosos en general y con los católicos en particular. Así la iglesia católica es una organización cuyos portavoces habitualmente ofenden, insultan y denigran a todos aquellos que no compartimos su sesgada e infantil visión de la realidad. Solo hay que oír al papa o a cualquiera de los obispos españoles hablando sobre ateos, homosexuales o lesbianas para darse cuenta del nivel de bajeza moral que pueden desarrollar estos portavoces de la bondad divina. O escuchar cualquier programa de opinión en la cadena que poseen, la COPE por poner otro ejemplo sangrante de amarillismo y zafiedad. Pues bien estos señores, como comentaba antes, enseguida se dan por ofendidos y acuden raudos a los tribunales a solicitar amparo para su pobre fe perseguida y castigo para los malditos impíos que osan  opinar sobre ellos. Siguiendo esta estrategia el Arzobispado de Toledo presentó una querella judicial con una fianza de 30.000 euros en 2008 contra el sindicato CNT por programar una conferencia titulada “Fundamentos, actitudes y comportamientos de una organización criminal: la Iglesia católica”. Que la iglesia católica es una organización criminal es algo que pueden atestiguar por ejemplo los miles de niños violentados por curas pederastas protegidos por las jerarquías católicas de medio mundo, pero claro eso no se puede decir. Menos mal que el juzgado de instrucción nº 2 de Toledo ha sobreseído dicha absurda denuncia.