Aunque ya es absolutamente habitual no consigo dejar de indignarme por la aparición de cada nuevo caso del descubrimiento de otro asqueroso pederasta dentro del seno de la iglesia católica. Esta vez el escándalo se ha destapado en el centro del poder católico por excelencia, Italia. Según el diario genovés “Il secolo XIX” la curia italiana y el propio vaticano conocían por supuesto desde hace más de dos décadas los horripilantes delitos del cura pederasta, pero como ya es habitual en estos sinvergüenzas hasta tres arzobispos de la diócesis encubrieron sus delitos aunque otro párroco le había denunciado ya en una fecha tan lejana como principios de los años 90. Los encubridores eclesiásticos lo único que hicieron fue trasladarlo de parroquia en parroquia todos estos años, imagino que para que pudiera seguir teniendo acceso a carne fresca, no fuera que nuestro santo Riccardo Seppia que así se llama el monstruo no se aburriera siempre con los mismos niños. Por supuesto a nadie en Italia se le ha ocurrido encarcelar junto al mencionado depravado a los altos dignatarios católicos que le ayudaron a continuar con sus horrendas prácticas. Es una pena que no exista un verdadero infierno al estilo del que predican estos hipócritas donde pudieran arder por toda la eternidad. O también puede ser que a la vista de la magnitud de los casos ya descubiertos por todo el orbe católico y ya que no hace nada por evitarlo, su dios trino vea con agrado semejante perversidad. Que todo es posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario