Acaban de asesinar a Shahbaz Bhatti, ministro de minorías en Pakistán por su oposición a las leyes antiblasfemia existentes en el país islámico por las que cualquier ciudadano pakistaní puede acabar en la cárcel por ofender al Islam. Otros políticos que se oponen a estas leyes como la parlamentaria Shehrbano Rehman están también siendo amenazados por grupos de fanáticos religiosos. Y luego dicen que la religión es sinónimo de paz. Y todo ello en un país que cuenta con armamento nuclear pero que tiene una ciudadanía anclada en el fanatismo religioso de la Edad Media. Que miedo.
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No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.
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