El escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard terminó dándose cuenta de que
escribía malas novelas y decidió, en un arranque de sinceridad abandonar ese
tan poco rentable campo y derivar sus esfuerzos hacia la forma más lucrativa de
obtener grandes sumas de dinero de forma rápida y sin necesidad de pagar
impuestos.
Algo por otra parte nada novedoso, ya que solo hay que ver como Iglesia Católica es una de las instituciones más ricas del mundo. Y que además ha conseguido tener su propio estado para evitar que sus altos dignatarios puedan ser juzgados en algún país por sus múltiples delitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario