Porque en el fondo si no somos duramente intolerantes con todos esos intolerantes racistas, sexistas, homófobos, inquisidores medievales, misóginos, fascistas y demás acabaremos muy mal.
Y no solo no debemos sentirnos culpables o pedir ningún tipo de perdón o excusa, porque la propia supervivencia de los más elementales derechos humanos y libertades nos van en ello y si les dejamos vencer a estos desalmados sustituiremos estas imperfectas democracias en las que vivimos por unas oscuras dictaduras e incluso esas otras terribles teocracias que han sido preponderantes en nuestra historia y que desgraciadamente todavía siguen vigentes para gran parte de la población mundial.
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