Las personas religiosas llevan milenios argumentando, falsa y erróneamente, que es su Dios quien nos mantiene a salvo de la barbarie. Sin embargo, si esto fuera verdad dejaría en muy mal lugar a todos los creyentes del mundo, ya que como muy bien indica Isaac Asimov en esta vieja entrevista televisiva, si lo único que frena a los religiosos para cometer los más horrendos crímenes es la recompensa del Cielo y el tormento del Infierno entonces los creyentes carecen de moral, son simplemente unos taimados psicópatas embusteros y entonces cualquier ateo es infinitamente superior a toda esta caterva de descerebrados.
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