Los mismos ciudadanos que demandan compensación a la primera de cambio porque el hotel de sus vacaciones era viejo o porque el coche recién comprado tiene una mancha en la tapicería, in embargo se comportan como estúpidos borregos (y encima contentos y felices) ante quizás la mayor estafa a nivel mundial que se ha organizado a lo largo de los milenios, esa absoluta mentira en la que embaucadores a cada cual más estrafalario (ya que portan ridículos tirabuzones, faldones negros y alzacuellos, túnicas azafranadas o gorros a cual más grotesco) les prometen el oro y el moro (eso sí tras su muerte) a cambio de sus muchas veces raquíticos ahorros y de una ignorante y más que patética sumisión que les convierte en la práctica en siervos que deben cumplir los más delirantes deseos (incluidos los sexuales) de unos depravados que encima pontifican con todo descaro sobre humildad (ellos que se pavonean constantemente), pobreza (cuando son más ricos que los multimillonarios más adinerados), justicia (cuando llevan siglos apoyando a los peores genocidas de la historia) o moral (cuando en nombre de dioses inmisericordes humillan a los colectivos más discriminados).
Y tal y como muestra el siguiente video si esa (i)lógica manera de "pensar" religiosa, tan infantilmente estúpida y errónea, se aplicara a la vida cotidiana simplemente acabaría con la economía tal y como la conocemos y nadie estaría nunca seguro de haber comprado algo medianamente útil y las compañías de seguros se declararían en bancarrota a las primeras de cambio.
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