Quizás no haya nada más ignorantemente peligroso como la mezcla de religión y nacionalismo, una explosiva combinación capaz de poner en peligro la salud pública de todo un país.
Un reciente estudio científico realizado por investigadores de dos universidades estadounidenses ha analizado el papel de la religión y del ultranacionalismo yanqui en el pensamiento negacionista antivacunas y los resultados no pueden ser más tristemente clarificadores.
Los estadounidenses cuanto más religiosos tienen mayor probabilidad de retrasar la vacunación de sus hijos, ya que confían poco o nada en los expertos, no entienden conceptos básicos sobre cómo funcionan las vacunas, tienen preocupaciones sobre cuestiones morales relacionadas con el origen de las vacunas como por ejemplo si requieren para su producción de líneas celulares derivadas de fetos abortados o si la vacunación promovería indirectamente relaciones sexuales prematrimoniales como pudiera ser el caso de la vacuna contra el virus del papiloma humano.
También, aquellos estadounidenses que son políticamente más conservadores, ya sea por ideología o por afiliación al partido republicano (cada vez más escorado a la ultraderecha), tienden a tener un mayor escepticismo hacia las vacunas y a ser más propensos a retrasar o negar la vacunación.
Y claro, religión y conservadurismo suelen ir de la mano en gran parte de la población estadounidense, de tal manera que los investigadores antes mencionados han encontrado que las personas que son a la vez muy religiosas y fuertemente republicanas son todavía más reacias a las vacunas que aquellas personas muy religiosas pero que simpatizan con el partido demócrata americano o a aquellos votantes republicanos que no son muy religiosos.
Y claro, en un país en donde casi un cuarto de la población (es decir, algo más de 80 millones) se considera “cristianos nacionalistas” es decir, fanáticos cristianos (muchos de ellos literalistas bíblicos) y fuertemente republicanos del ala más dura, pues la vacunación es casi un pecado. Algo que en estos momentos de pandemia mundial puede dar al traste con los esfuerzos en salud pública de uno de los países más importantes del mundo y que tiene una gran influencia en otras muchas naciones como es el caso del otro gigante poblacional de América: Brasil.
Esta visto que delas religiones ,incluso las mas "CIVILIZAS" NADA SE PUEDE ESPERAR .Del mundo de la fantasía, que otra cosa son las religiones, nada positivo y efectivo se podrá esperar de ese mundo.Y ya hace lustro que habrían desaparecido si no estuviesen detrás de ellas los poderosos los recursos del capital.Las religiones siempre han sido y son el recurso engaña bobos del capital para engatusar al trabajador.O ES QUE ALGUIEN A ESCUCHADO A LOS CURAS PREDICAR A FAVOR DE LOS TRABAJADORES, NO, NI TAMPOCO A LOS PATRONOS , Ni contra ellos ni a favor de ellos,es su tecnica ,pero soterradamente la iglesia catolica siempre ha sido un sosten del capitalismo pesar de que estan perdiendo clientela a grandes pasos
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