Yo, ateo convencido y racionalista empedernido tengo que entonar un “mea culpa”: todos estos años he estado equivocado y la dolorosa realidad es que los cristianos tenían razón. La prueba se preguntarán ustedes: la siguiente fotografía.
Porque si Jesucristo es capaz de aparecerse en el trasero de un simple perro, no hay duda de su inmenso poder y de la verdad del cristianismo. Ja, ja, ja!
IN DOG WE TRUST
ResponderEliminarjajaja, si se apareció ahí, entonces es JesuChiste, y sus seguidores los Chisteanos
ResponderEliminar¡Aleluya! Si es la misma cara de Cristo :-p
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