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PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.

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21 de mayo de 2020

Un pastor cristiano que decía poder curar el coronavirus ¡ha muerto infectado!



El mayor problema de los verdaderos religiosos es que al creerse esos infantiles, estúpidos y más que peligrosos cuentos sobre milagros, oraciones sanadoras y benevolencia divina "piensan" (lo cual el mucho decir) que con ello están a salvo de las vicisitudes de la vida y protegidos de todo mal. Y claro, luego pasa lo que pasa como el reciente caso ocurrido en el Camerún.


Allí un predicador de esos que se siente bendecido por el poder del nazareno milagrero y que además fue candidato presidencial en las últimas elecciones realizadas en el país africano ¡menos mal que al final no lo consiguió! llevaba tiempo afirmando que era capaz de curar la COVID-19. Y para ello se dedicaba a imponer sus "poderosas" y "benditas" manos a todo aquel que, enfermo o no, quisiera protegerse de ese tan letal virus. Y claro, de tanto exponerse toqueteando a diestro y siniestro ocurrió lo que era inexorable: que el alucinado pastor acabó contagiándose y de ahí a la tumba sólo pasó una semana, porque ni siquiera acudió al médico cuando sus síntomas eran evidentes ¿para qué? pensaría, si soy un medicamento ambulante.

De tal manera que ahora aquellos aborregados miembros de su estúpido rebaño, que todavía mantienen algo de cordura, han entrado en pánico al empezar a vislumbrar que este tipejo no era más que otro charlatán supersticioso, que únicamente ha servido para expandir más rápidamente si cabe la epidemia entre su feligresía. 

Sin embargo, los más fanáticos de su fieles se congregaron a millares ante la casa del fallecido cantando y afirmando que no está muerto, que solo ha ido de visita al cielo para recibir órdenes directas de esa misma divinidad que nos ha enviado la actual pandemia y que muy pronto volverá con todo su poder y su gloria. ¡para encerrarles en un frenopático y tirar la llave al mar!

P.D.

Y en Tejas en cuanto han vuelto a abrir las iglesias pues los sacerdotes (y los feligreses) se infectan  a montones.

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