El mayor problema de los verdaderos religiosos es que al
creerse esos infantiles, estúpidos y más que peligrosos cuentos sobre milagros,
oraciones sanadoras y benevolencia divina "piensan" (lo cual el mucho
decir) que con ello están a salvo de las vicisitudes de la vida y protegidos de
todo mal. Y claro, luego pasa lo que pasa como el reciente caso ocurrido en el
Camerún.
Allí un predicador de esos que se siente bendecido por el
poder del nazareno milagrero y que además fue candidato presidencial en las
últimas elecciones realizadas en el país africano ¡menos mal que al final no lo
consiguió! llevaba tiempo afirmando que era capaz de curar la COVID-19. Y para
ello se dedicaba a imponer sus "poderosas" y "benditas" manos
a todo aquel que, enfermo o no, quisiera protegerse de ese tan letal virus. Y
claro, de tanto exponerse toqueteando a diestro y siniestro ocurrió lo que era
inexorable: que el alucinado pastor acabó contagiándose y de ahí a la tumba sólo
pasó una semana, porque ni siquiera acudió al médico cuando sus síntomas eran
evidentes ¿para qué? pensaría, si soy un medicamento ambulante.
De tal manera que ahora aquellos aborregados miembros de su
estúpido rebaño, que todavía mantienen algo de cordura, han entrado en pánico
al empezar a vislumbrar que este tipejo no era más que otro charlatán
supersticioso, que únicamente ha servido para expandir más rápidamente si cabe
la epidemia entre su feligresía.
Sin embargo, los más fanáticos de su fieles se
congregaron a millares ante la casa del fallecido cantando y afirmando que no
está muerto, que solo ha ido de visita al cielo para recibir órdenes directas
de esa misma divinidad que nos ha enviado la actual pandemia y que muy pronto
volverá con todo su poder y su gloria. ¡para encerrarles en un frenopático y
tirar la llave al mar!
P.D.
Y en Tejas en cuanto han vuelto a abrir las iglesias pues los sacerdotes (y los feligreses) se infectan a montones.
P.D.
Y en Tejas en cuanto han vuelto a abrir las iglesias pues los sacerdotes (y los feligreses) se infectan a montones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario