Quizás no haya nada más risiblemente patético que cuando se
intenta mezcla la superstición religiosa medieval con el actual mundo moderno.
Y como muestra gráfica las siguientes fotografías tomadas
durante la celebración de la Pascua Ortodoxa, en donde un sotanado cumple a
rajatabla las medidas de distanciamiento social (mascarilla incluida) impuestas durante la actual pandemia, mientras
utiliza la más "moderna tecnología" de las tiendas de oportunidades para rociar
con una pistola de juguete de un llamativo color verde a los coches con agua
bendita.
¡Ahí es nada! Epatado quedo con la delirante mezcla.
" La gente que yo quiero no bnecesita
ResponderEliminarbañarse cada noche en agua bendita...."
Qué circo absurdo!
Si tuviese que laburar como un obrero un montón de horas al día
no estaría haciendo semejante pelotudez!
Además, tacaño. Que yo he visto a alguno con una mochila de fumigar...
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