En un momento en donde la pandemia coronaviral se ha cobrado
la vida de más de 300.000 personas, siempre hay gente que tiene que demostrar al
mundo que la cabeza solo les sirve para llevar sombrero.
Miles de millones de personas están acatando con
responsabilidad las medidas de confinamiento, que los gobiernos de medio mundo
están poniendo en práctica en un intento de ralentizar la propagación de una
pandemia que probablemente matará a millones de personas. Sin embargo siempre
hay irreductibles, que contra todo criterio racional se empeñan en demostrar su
estulticia y de paso poner en riesgo la vida de los demás.
El primer grupo son esos exóticos ultraortodoxos judíos que,
por haber dejado su cerebro allá por la Edad Media (o quizás más atrás), no se
han enterado que los virus existen y, día sí y día también, se reúnen en borreguiles
manadas para seguir celebrando caducos rituales que únicamente sirven para
expandir la pandemia. Y así se
han convertido en el mayor grupo de infectados de Israel.
Y el otro grupo de idiotizados que no puede nunca faltar es
el de los fachas en sus dos más estúpidas variantes: la estadounidense y la
española. En los EEUU, grupos de "patriotas" cristiano-fascistas se
manifiestan, armados incluso, por su "derecho" a ir a donde les
plazca para seguir diseminando el virus por el país más afectado, y con más
muertos, por esta pandemia de todo el mundo.
Y por supuesto tampoco podían faltar los fachas pijos hispanos:
esos "cayetanos" con su fachaleco por uniforme que salen a la calle
en el barrio más exclusivo de Madrid con esos instrumentos para ellos tan
desconocidos llamados cacerolas (ya que nunca han visto una y tampoco saben
para que sirven, puesto que de esos menesteres se encarga la chacha
latinoamericana) para pedir la "libertad" de expandir el virus.
La pena que es no se lleven a estos tres grupos a una isla
desierta y se les deje a su suerte, a ver si el virus y los mosquitos daban
buena cuenta de estos imbéciles.
A parte de su opinión que la veo bastante acertada, me gustaría que escribiese sobre como los medios de comunicación, manipulan divididos en 2 bloques, derecha e izquierda, creando noticias de poco interés, como el apartamento de Ayuso, el movimiento de las cacerolas, etc etc noticias que solo buscan desestabilizar gobiernos más allá de informar o denunciar algo que o aún no ha pasado o que pasa y al informar de ello es amplificado con fines político. Un saludo
ResponderEliminarLo de las "fake news" o la manipulación informativa es para una tesis doctoral, aunque yo de vez en cuando escribo sobre el tema y seguiré haciéndolo.
ResponderEliminarSin embargo, pienso que has sido un poco desafortunado en la elección de tus dos ejemplos. La suite de Ayuso es de importancia capital, pues entronca con la corrupta tradición del PP: recibir "regalos" y luego favorecer a ciertos empresarios. Es así como hemos llegado al desmantelamiento de la sanidad pública madrileña.
El segundo, la "revolución de los cayetanos" es también importante, puesto que muestra como las élites consideran que el bien común no va con ellos y que los sacrificios los deben hacer siempre los de abajo, porque su "libertad" para hacer lo que quieran (incluso contra el resto de la ciudadanía) es incuestionable.
https://www.eldiario.es/cyl/provincias/valladolid/Valladolid-interrupcion-Catedral-Abogados-Cristianos_0_1032046914.html
ResponderEliminarEn resumen, que los ultrafachas de los Abogados Cristianos han denunciado a la policía por interrumpir una misa de Valladolid en la que había más gente que la permitida por las normativas del confinamiento, porque lo consideran un "delito contra los sentimientos religiosos" y un "atentado contra la libertad religiosa". Espero que el coronavirus se los lleve por delante a todos ellos.