El
viejo proverbio ruso que da título a esta entrada recoge una más que certera
sabiduría: con los fanática e ignorantemente incultos creyentes cualquier
tipo de dialogo o razonamiento son esfuerzos más que baldíos, en los que el interfecto
iletrado no aprende nada, mientras que por el contrario la racional
argumentación y el pensamiento crítico (facetas que son consideradas la cúspide
de la Humanidad) solo sirven para enfadar al ignorante y para que estos pobres
infectados con el virus de la fe se sientan ofendidos, perseguidos e insultados
en su más que evidente debilidad mental.
Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.
No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.
4 de julio de 2019
Nunca trates de enseñar a un cerdo a cantar: perderás tu tiempo y molestarás al cerdo
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me gusta como escribes no analizo lo que piensas He disfrutado tus letras Hasta pronto
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