Dentro del siempre particular mundo del pasado, ese que
deberíamos haber olvidado ya hace siglos de racionalismo, nos llega una más que
sorprendente noticia: una princesa noruega acaba de enamorarse de un chamán
¡toma flechazo!
El susodicho, un ex actor reconvertido a guía espiritual
afirma, sin pudor ni vergüenza alguna, ser un "curandero con grandes dotes"
capaz de "facilitar la recuperación de personas con cáncer, leucemias y
otras enfermedades graves".
Y no se crean, que aún hay más, ya que este tan singular individuo afirma haber resucitado de la muerte y también haber sido en vidas pasadas un rey, imagino que por eso de presentar credenciales aceptables para la familia de soberanos vikingos a la que pertenece su actual pareja.
Y no se crean, que aún hay más, ya que este tan singular individuo afirma haber resucitado de la muerte y también haber sido en vidas pasadas un rey, imagino que por eso de presentar credenciales aceptables para la familia de soberanos vikingos a la que pertenece su actual pareja.
Pero no se vayan que aún queda más disparate, puesto que la
princesa noruega también parece tener sus poderes ya que afirma ser capaz de
comunicarse con animales y ¡agárrense! con ángeles. Por supuesto la vikinga
real también dice tener poderes sanadores, por lo que "real" pareja ha
iniciado una tournée por el Báltico para llevar a los incautos nórdicos una moderna
mezcla de chamanismo y estafa que, por supuesto, sólo merece la atención de las
revistas del corazón y nunca la de los
cuerpos policiales ya que ¿cómo va a ser delito difundir el siempre arcano
conocimiento médico a las más que ignorantes masas?
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