Uno de las más ofensivos comportamientos de los religiosos
consiste en agradecer a su dios el haber sobrevivido por puro azar a los más
diversos desastre naturales, sin comprender su más que infame falta de empatía
con otros menos afortunados.
Resulta que tras los recientes tornados acaecidos en el
estado norteamericano de Alabama, en donde se han producido enormes destrozos y
han fallecido 23 personas, diversos cristianos de esos que “piensan” (sí, ya sé
que eso de pensar es algo que no han hecho en toda su vida) que todo el
Universo gira a su alrededor han agradecido a la siempre colérica zarza
ardiente el haber salido indemnes. Y por supuesto que estos papanatas se olvidan
del resto de pobres desgraciados (muchos de ellos también fervientes seguidores
del nazareno demente) que lo han perdido todo o que incluso cuentan con
familiares, amigos o incluso ellos mismos fallecidos.
Pero así es la indigente y más que repulsiva lógica
religiosa que debemos respetar y hasta ensalzar.
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