Hace unos días se celebró la cada vez más famosa fiesta de
Halloween y como siempre los religiosos se han llevado las manos a la cabeza.
Porque parece ser que un evento que hunde sus raíces en el paganismo, ya que su
origen era festejar el final de la cosecha en el mundo celta, en donde se rinde
un más que divertido homenaje a brujas, muertos y espíritus y en donde tiendas
y supermercados hacen su agosto, es algo que no cae muy bien a los siempre
intolerantes seguidores del judío demente.
Y sin embargo, como muy ácida y más que certeramente resume
la siguiente viñeta (que ha llegado a mi conocimiento gracias al internauta
Jesús Carlos Sánchez Vázquez) todos esos “argumentos” contra Halloween, usados
en aras de la pureza del cristianismo se pueden dar la vuelta para mostrar la
más que patética realidad de unas creencias tan irracionalmente estúpidas como
son las de los cristianos.
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