Cada día que pasa la famosa y más que delictiva
"Transición española" queda más en evidencia. Y el último ejemplo
llega desde Chile.
Después de las sangrientas dictaduras fascistas que asolaron
Latinoamérica, las distintas democracias han ido con mayor o menor fortuna
persiguiendo, enjuiciando y hasta encarcelando a algunos de los genocidas
fascistas que llenaron de sangre y terror el continente sudamericano.
Mientras
tanto en la pseudodemocracia española, no sólo no se ha avanzado nada en perseguir estos crímenes
de lesa humanidad, sino que multitud de altos cargos de la siempre filofascista
derecha nazionalcatólica española se sienten "orgullosos" del
asesinato de cientos de miles de perseguidos del régimen franquista.
Y para ver la diferencia existente entre uno y otro lado del
Atlántico sobre el tema, un par de noticias que llegan desde Chile y desde España. En el país andino, la
Corte Suprema acaba de decretar el decomiso de 5 millones de dólares que el
asesino de Pinochet había robado y que en la actualidad estaban en poder de sus
descendientes. Mientras tanto en España algo similar no sólo es impensable,
sino que el último gobierno filofascista de Rajoy y sus secuaces nazionalcatólicos
aprovecharon su ultimo día en el gobierno para realizar
la transferencia del Ducado de Franco de la fallecida hija del gallego genocida
a su nieta, para que todo siga atado y bien atado en esta desgraciada tierra
asolada por la opresión fascista.
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