Aunque desde el omnipresente mundo neoliberal se repite
machaconamente que lo público es sinónimo de ineficacia y despilfarro, la
realidad es completamente contraria a estos falaces argumentos.
En el caso de las sanidad, todos los estudios indican que
dejar en manos de la iniciativa privada la salud de los ciudadanos no sólo no
ahorra dinero alguno a las arcas públicas sino que aumenta la tasa de
mortalidad hospitalaria.
Y esto es así porque
es más que evidente que en la gestión privada de los hospitales los enfermos
son únicamente la forma que tienen las empresas para aumentar la cuenta de
resultados y así intentar conseguir beneficios crecientes.
Es increíble que se piense que la privatización puede llegar a perjudicar la calidad. Lo que perjudica la calidad es la corrupción en la fiscalización. La democracia es algo que se tiene que cuidar constantemente. La empresa puede ser privada o del gobierno, pero, por conocimiento histórico, es más fácil que sea incompetente cuando pertenece al gobierno, como cualquier cosa del gobierno.
ResponderEliminarGerardo no es que se piense, es que los diversos estudios así lo demuestran. Es más, es lógico el objetivo de la empresa privada no es el servicio a los ciudadanos, sino el beneficio para los accionistas.
ResponderEliminarLo que dices es lógico, el interés de alguien que invierte en un negocio, es ganar dinero. Pero hasta donde sabemos, todo el mundo que trabaja lo hace para ganar dinero. Solo que para no ocurrir ningún problema y no perjudicar las personas, debe haber una fiscalización real, basada en leyes, basadas en la constitución. Veo que también no han visto lo que sucede cuando todo es parte del gobierno, como en Cuba, Venezuela, China, Corea del norte, Rusia, Irán, Arabia Saudita, Paquistán, etc., etc.. Cuando todo depende del gobierno, no hay libertad. Lamento pero es para mí preferible la libertad con igualdad de oportunidades, de lo que no tener oportunidad ninguna por la dicha igualdad obligatoria, sin libertad. Vean lo que ha sucedido en Brasil, un agujero de casi 46.000.000.000 de dólares, sólo para el PT (partido de los trabajadores) en trece años, que intentaron y casi consiguieron acabar con las empresas privadas. Estamos a un paso de estar a la altura de Venezuela. Para algunos eso debe ser indiscutiblemente justo, posiblemente porque no saben lo que es sentir eso en la piel. Cuando todo es del gobierno, es imposible que haya una buena fiscalización, ya que esta debe ser hecha por el propio gobierno, y siendo todos de la misma banda, no se perjudican entre ellos. Privado y fiscalizado, es lo mejor para todos, sin necesidad de ningún estudio.
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