Es evidente que la realidad supera a la ficción y si no, el
ejemplo de los siempre particulares Estados Unidos de Norteamérica.
Como en la contraportada de la célebre novela negra "Un ciego
con una pistola" en donde Chester Himes relata una
anécdota personal en la que un amigo le dice que
"toda violencia desorganizada es como un ciego con una pistola."
los EEUU han rizado
el rizo de la violencia desorganizada. Allí en varios estados como Georgia, Iowa
o Nueva Jersey existen leyes que permiten la compra legal y el uso de cualquier
tipo de arma de fuego a los invidentes totales para evitar "la violación
de los derechos de las personas discapacitadas".
Por supuesto estas
personas no pueden poseer ni carnet de conducir ni tampoco conducir legalmente
cualquier tipo de vehículo por los más que evidentes problemas de seguridad, aunque
sin embargo pueden pasear con un fusil de asalto para "defender sus
propiedades" si las circunstancias así lo requieren.
También se da la
paradoja de que los menores de 21 años no pueden comprar ni consumir legalmente
ningún tipo de alcohol, pero en la mayoría de los estados de la Unión pueden
adquirir cualquier tipo de arma de guerra sin problema ninguno.
Para mayor
inri, hasta se
fabrican y venden multitud de armas dirigidas a los más pequeños a partir
de 40 dólares impuestos no incluidos porque la sacrosanta libertad de portar y disparar
armas está protegida en EEUU por encima de cualquier otra consideración.
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