Pues sí, lo peor de lo peor de esta casposa España
nazionalcatólica, a la que parece que estamos condenados a sufrir, se condensa en
un video de tan sólo un minuto.
Un niño de tres años cantando un despreciable himno
irracional que festeja la barbarie "desfilando" en una procesión que
conmemora la tortura y la muerte de un pobre enfermo mental que se creyó en su
más que patente locura el resultado de asquerosas relaciones sexuales entre una
adúltera y un alienígena alado. Y todo ello jaleado por algunos de los más
catetos bípedos que ha dado este desgraciado país de meapilas armados. ¡Españistán
en todo su ignorante esplendor!
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