El dislate de los religiosos nunca tiene fin, ya que
cualquier cosa puede ser susceptible de impiedad, hasta los más intrascendentes
videojuegos.
Así un clérigo musulmán nos explica que este aparentemente
baladí jueguecito, que durante un tiempo trajo de cabeza a medio mundo, resulta
que está prohibido por impío en el mundo musulmán ya que parece ser que es un
juego "evolutivo" que
"está vinculado de manera genuina y directa con la doctrina del Darwinismo de Charles Darwin"
Y claro todo lo que suene a evolucionismo en el atrasado
mundo islámico es peor que hacer una caricatura de Mahoma.
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