Aunque en España llevamos semanas con ese fraudulento asunto
de si Cataluña independiente o no, hay imágenes que resumen más que
evidentemente la falacia de esta más que absurda situación.
Porque mientras miles de catalanes se han tragado completo
ese cuento de que en una Cataluña independiente atarán los perros con
longaniza, la verdad es que con la derecha nacionalcatólica catalana a la
cabeza, para perpetuar los privilegios de la burguesía explotadora, poco se
puede esperar. Porque la única diferencia real consiste en saber si los que te
roban lo hacen en castellano y con la banderita rojigualda o en catalán con la
señera.
Y para muestra observen que bien se llevan los dos extremos:
el independentista Puigdemont y el militar españolista rebosante de medallas,
cuando se reúnen para lo importante, a rendir sumisa pleitesía ante los
sotanados de turno. ¡Que para eso son todos nacionalcatólicos!
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