Ahora que nuevamente los fanáticos fundamentalistas
islámicos han asestado un nuevo y sangriento golpe en el corazón de Europa
quizás sea el momento de reflexionar y encarar el problema de verdad.
El que un día sí y otro también un musulmán, generalmente nacido
y criado en Occidente y con problemas de integración y exclusión social, decida
en un momento de inspiración "divina" abrazar el yihadismo más
radical y embestir con una furgoneta a docenas de transeúntes en Barcelona,
París, Londres o ya puestos en Calasparra, provincia de Murcia debería hacernos
reflexionar sobre el verdadero trasfondo del poder de convertir (por los
inescrutables designios del beduino pederasta)
a seres inanes, marginales y muchas veces raterillos del tres al cuarto alcohólicos y adictos a la cocaína en aspirantes a ocupar una plaza en ese paraíso lleno de vírgenes prepúberes. Inciso, ¿piensan estos imbéciles mentales que su consumo habitual de alcohol y drogas va a ser borrado a los ojos del más que puritano Alá por un miserable martirio del tres al cuarto?
a seres inanes, marginales y muchas veces raterillos del tres al cuarto alcohólicos y adictos a la cocaína en aspirantes a ocupar una plaza en ese paraíso lleno de vírgenes prepúberes. Inciso, ¿piensan estos imbéciles mentales que su consumo habitual de alcohol y drogas va a ser borrado a los ojos del más que puritano Alá por un miserable martirio del tres al cuarto?
Porque, pensándolo fría y racionalmente, ¿cómo se consigue
ese milagro? Pues no hace falta ser Premio Nobel ni siquiera experto en
geopolítica mundial para entender que todo el entramado del sacrificio y de la
yihad lleva siendo creado, apoyado y financiado por esos mismos jeques saudíes
por los que muchos en Occidente pierden miserablemente el culo (perdonen mi
procaz lenguaje barriobajero, pero es que mi juvenil educación proviene del ya casi
olvidado Cinturón Rojo del sur de Madrid).
Porque desgraciada pero no casualmente en Occidente en general y en España en
particular con nuestro "campechano" rey emérito llevamos décadas
rindiendo asquerosa y humillante pleitesía a esos beduinos asesinos que llenan
con sus petrodólares las mezquitas de medio mundo con proclamas wahabitas y
yihadistas, en donde los más ignorantes, desesperados y excluidos miembros del
islam sociológico occidental se convierten, casi por arte mágico, en bombas
ambulantes capaces de inmolarse en nombre de los designios de la demencia
inventada por un beduino pederasta y más loco que un cencerro.
Si en lugar de babear como miserables cuando el jeque saudí
de turno visita con sus tropecientos lacayos Marbella o Saint Tropez,
regando de petrodólares manchados de sangre hoteles y restaurantes veraniegos, los occidentales tuviéramos la más mínima vergüenza y sentido de la justicia y por tanto encarceláramos, sin fianza y a la espera de juico, a los ideólogos del terrorismo yihadista muy seguramente esos líderes islamistas que tienen que salir de sus más que insípidas y aburridas vidas abrasadas por el terrible calor del desierto arábigo para disfrutar de los pecaminosos placeres levantinos se lo pensarían muy mucho a la hora de financiar a esos pobres dementes que dilapidan sus más que miserables vidas en asesinar de la manera más irracionalmente loca a inocentes ciudadanos que simplemente intentar pasear por el centro de su ciudad.
Y lo más vergonzoso de todo este asunto que los mismos que mandan pésames y condolencias por el atentado empezando por los borbones son los que llevan años enriqueciéndose con la teocracia wahabita.
regando de petrodólares manchados de sangre hoteles y restaurantes veraniegos, los occidentales tuviéramos la más mínima vergüenza y sentido de la justicia y por tanto encarceláramos, sin fianza y a la espera de juico, a los ideólogos del terrorismo yihadista muy seguramente esos líderes islamistas que tienen que salir de sus más que insípidas y aburridas vidas abrasadas por el terrible calor del desierto arábigo para disfrutar de los pecaminosos placeres levantinos se lo pensarían muy mucho a la hora de financiar a esos pobres dementes que dilapidan sus más que miserables vidas en asesinar de la manera más irracionalmente loca a inocentes ciudadanos que simplemente intentar pasear por el centro de su ciudad.
Y lo más vergonzoso de todo este asunto que los mismos que mandan pésames y condolencias por el atentado empezando por los borbones son los que llevan años enriqueciéndose con la teocracia wahabita.
No solo los que dan pésames sino también los que aprovechan la ocasión para acercar el ascua a su sardina y expanden su mensaje de odio.
ResponderEliminarNo tengo Twitter (pero tengo Internet y el altavoz es ancho), pero lo que leí ayer me dio tal asco y vergüenza a partes iguales como pocas veces me ha pasado.
https://espiaenelcongreso.com/2014/12/12/el-catedratico-centeno-amplia-su-denuncia-el-rey-juan-carlos-se-llevaba-1-o-2-dolares-por-barril-de-petroleo/amp/#ViewPollResults
ResponderEliminarUnos datos del Campechano.
Totalmente de acuerdo contigo. La religión (alimentada por la ignorancia) no es más que un instrumento de la política internacional y sus intereses más oscuros.
ResponderEliminarhttp://laazoteademolina.blogspot.com.es/2017/08/tunel-de-lavado-de-cerebros-y-atentados.html?m=1
Precioso y preciso reportaje.A ver si algún día sale algún periodista con los cojones bien puestos y habla sobre la verdadera realidad de los que manejan estas marionetas del terror.Lo que más me revienta es cuando estos mamones nos dicen :"En Europa habrá que acostumbrarse al terrorismo".........................................................
ResponderEliminarTodo extremismo está mal, estos ignorantes de cuarta le hacen mucho daño a la sociedad. Muy de acuerdo contigo.
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