Ricardo Castella hablando del derroche, del cambio climático y del fin de la civilización desde su particular punto de vista.
Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.
No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.
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Hola:
ResponderEliminarPienso que este sistema político y económico defectuoso que tenemos, el sociocapitalismo que se da en la práctica, nos ha vuelto especialmente egoístas.
No hay impulso como personas de aportar a la sociedad, no nos interesa educarnos con el fin de madurar, somos cortoplazistas, lo que no nos permite tomar en cuenta a los demás ni menos a las próximas generaciones.
En este estado de cosas, escogemos malos líderes y los modelos de personas que tomamos lo hacemos por primitivas motivaciones y no porque nos hagan reflexionar o que nos inspiren para ser mejores personas.
Para mas remate, la religión enseña que no es importante salvar el mundo, (entiéndase la civilización y su progreso sostenible), sino salvarse del mundo. Esto lleva a tantos otros despropósitos.
¿De verdad esperaremos estar al borde del abismo para poder cambiar?, ¿o acaso para entonces ya será demasiado tarde?.
Saludos.