Aunque la "santa madre iglesia" y los poderes públicos nacionalcatólicos españoles quieran seguir torticeramente engañando con esa cada vez más vacía argumentación de que España es una nación católica, los hechos son testarudos y cada nueva estadística coloca en su verdadero lugar a esa iglesia católica cada vez más residual y alejada de la vida cotidiana y los ciudadanos.
Porque por mucho que digan obispos y políticos del PP y hasta muchos del PSOE, cada nuevo dato estadístico añade un nuevo clavo al ataud de una iglesia fosilizada a la que casi exclusivamente le van quedando las personas más ancianas de este país. Así los últimos datos sobre matrimonios en España presentados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística dibujan un panorama desolador para esa iglesia que sigue creyéndose hegemónica en España. Tal y como muestra la siguiente gráfica
el declive del matrimonio católico ha sido espectacular en este todavía breve siglo XXI, pasando de un llamativo 75% de los enlaces en el año 2000 hasta un bajísimo 29% de bodas católicas en el 2015.Y la tendencia sigue imparable ya que durante el primer semestre del pasado año 2016 la marca cayó otro peldaño hasta un misérrimo 22% de los enlaces matrimoniales. Por ello es de esperar que los datos totales del año pasado provoquen una disminución aún mayor y de seguir esta tendencia sospecho que en unos pocos años el número de enlaces matrimoniales que se celebren en templos católicos se acercará a la verdadera cifra real de católicos de este país, que en la actualidad podría ser de tan sólo un 10-15% de la población. Y como las creencias no están igualmente distribuidas por edad, sino que los jóvenes son mucho más irreligiosos que sus mayores, es probable que veamos en un par de décadas que por la iglesia no acaba casándose ni dios.
Y por supuesto los católicos se irán concentrando tal y como se muestra en el mapa que recoge el porcentaje de bodas católicas por provincias
en el sur peninsular, con la siempre tan particular Andalucía a la cabeza, en donde no parecen haber dejado el pasado y siguen anclados en muchos aspectos en el siglo XIX con la inestimable ayuda de los políticos locales sean del color político que parezcan representar.
el declive del matrimonio católico ha sido espectacular en este todavía breve siglo XXI, pasando de un llamativo 75% de los enlaces en el año 2000 hasta un bajísimo 29% de bodas católicas en el 2015.Y la tendencia sigue imparable ya que durante el primer semestre del pasado año 2016 la marca cayó otro peldaño hasta un misérrimo 22% de los enlaces matrimoniales. Por ello es de esperar que los datos totales del año pasado provoquen una disminución aún mayor y de seguir esta tendencia sospecho que en unos pocos años el número de enlaces matrimoniales que se celebren en templos católicos se acercará a la verdadera cifra real de católicos de este país, que en la actualidad podría ser de tan sólo un 10-15% de la población. Y como las creencias no están igualmente distribuidas por edad, sino que los jóvenes son mucho más irreligiosos que sus mayores, es probable que veamos en un par de décadas que por la iglesia no acaba casándose ni dios.
Y por supuesto los católicos se irán concentrando tal y como se muestra en el mapa que recoge el porcentaje de bodas católicas por provincias
en el sur peninsular, con la siempre tan particular Andalucía a la cabeza, en donde no parecen haber dejado el pasado y siguen anclados en muchos aspectos en el siglo XIX con la inestimable ayuda de los políticos locales sean del color político que parezcan representar.
Me sorprende el último gráfico. Hay muchas más bodas católicas en el sur de España, donde la mayoría de la población suele votar a la izquierda, que en el norte (mayoría de derechas). Lo lógico sería al revés, que en el sur la gente que casara menos por lo religioso, y en el norte hubiera más bodas religiosas, ya que derecha y catolicismo van cogidos de la mano. Claro que en el sur, las manifestaciones religiosas (con sus insufribles macarenas y ferias de abril) son mucho más importantes que en el norte. En fin, como se hice por aquí, "no hay nada más tonto que un obrero de derechas".
ResponderEliminarOdiseo
ResponderEliminarComo bien indicas el catolicismo del sur de España es puro teatro y fiesta. Y por eso parece que sobrevive mejor.
Yo tengo un conocido malagueño, ateo para más señas, que vive con su pareja sin estar casado, padre de dos niños sin bautizar y que sin embargo como ha mamado eso de la Semana Santa desde pequeño va todo los años a hacer de costalero de la virgen de turno. Y por ello seguro que las estadísticas le contarán como piadoso creyente. Disonancia cognitiva en todo su esplendor.
ResponderEliminarPara mi es una sorpresa agradable que haya bajado tanto el número de bodas por la iglesia en sólo quince años.
ResponderEliminarA ver si ahora que se quedan sin trabajo, los curas se deciden a buscarse un empleo digno.