Los creyentes afirman siempre que cualquier suceso positivo
en sus vidas es gracias a la magnanimidad y benevolencia de su particular dios.
Siguiendo esta tan errónea argumentación esos mismos piadosos deberían achacar también
sus desgracias a esa misma divinidad, pero ya se sabe que si de algo carecen
los píos es de tener un cerebro funcional.
Cuando en un accidente de aviación o en un terremoto los
equipos de rescate logran sacar con vida a una o media docena de personas, los
católicos, budistas, musulmanes o seguidores de profeta de turno rápidamente se
vanaglorian de esa piadosa deidad que con su inimaginable poder ha hecho posible el milagro de salvar a
los pocos elegidos. Sin embargo, por el contrario nada dicen de esos otros pobres
cientos o incluso miles de humanos que perecen miserablemente en el aciago
evento, ¿será porque todos ellos eran unos impíos, o peor aún, unos ateos
merecedores de todos los castigos imaginables?
Pero donde la "lógica" religiosa muestra más
pavorosamente su más cateta ignorancia es cuando un grupo de piadosos creyentes
mueren dentro del recinto sagrado, justo en el momento en el que están alabando
sumisa pero también idiotizadamente a su dios tal y como ha ocurrido recientemente en Nigeria. Allí en el culmen de la consagración religiosa, cuando un obispo
iba a ser consagrado, parece ser que poco del gusto del dios cristiano, el
techo de una iglesia evangélica (de esos fanáticos entre los cristianos más
fanáticos) se ha derrumbado de tal manera que hasta la fecha el número de
fallecidos supera el centenar.
A la vista de los hechos los supervivientes, si fueran un
poco espabilados cambiarían rápidamente de creencia, porque parece ser que en
el caso de existir algún dios este será el de los musulmanes, cienciólogos o incluso
algunos de los extintos miembros de la mitología griega o azteca. O eso o es
que el dios de los evangélicos tiene muy malas pulgas.
Venga si ya te sabes la respuesta de sobra: "Los caminos del señor son inescrutables" tanto como dejar caer el techo de "su casa" sobre sus fieles, y "Dios les reclamó a su lado". Los comodines que nunca faltan. Por cierto, ¿no sería temprano verdad? Por que a quién madruga dios le ayuda. Dicen.
ResponderEliminarEnhorabuena, pero que se han ido tarde. En vez de la hostia tendrían que darles cascos. ¿Cómo se quedan los masones, que para estos el tal de dios es arquitecto? Sin dudas hemos escuchado de varios anormales que dios los quería mas luego; ¿esto determina la inocencia del arquitecto y del ingeniero?
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