La verdad es que el adoctrinamiento religioso es capaz de
convertir a cualquiera en un simple esclavo y además feliz de sus cadenas.
Resulta que la ya tristemente famosa adolescente valenciana que
quiere optar al "derecho" de llevar el hiyab acaba
de hacer unas declaraciones que no se pueden calificar nada más que
descorazonadoras.
La niña argumenta feliz que la decisión de permitirla
mostrar su sumisión y su humillación ante el beduino pederasta y sus delirantes
secuaces es maravillosa ya que ha dicho textualmente que
"Me alegro mucho de que no se haya quedado en un tema más y de que estemos realizando cambios. Este es el siglo del cambio".
A ver pobre simple de mente, el vestir la ropa de la
opresión medieval que te marca como un ser inferior no sólo no significa vivir
en el siglo del cambio sino que te envía directamente a esa terrible y oscura
Edad Media en la que millones de tus compañeras de cautiverio mental pero también
físico que viven en Arabia Saudí, Afganistán, Irán y el resto de países
represores no pueden abandonar salvo como no sea lapidadas por no llevar el hiyab
o el burka.
Además esta pobre ignorante ha declarado también que "el
acto de ponerse el pañuelo no hace daño a nadie", en una muestra más de
esa patética cortedad de mente que caracteriza siempre a los creyentes, porque
pobre cría, deberías comprender que tu pañuelo sí que le hace daño a alguien: a
ti misma que empiezas a tolerar esa ignorante forma de pensar en la que ya no
eres una persona con todos tus derechos, sino simplemente la posesión de tu
futuro marido, que te hará ir dos pasos por detrás, al que deberás obedecer
sumisamente en todo y dar placer cuando a él (el macho ibérico de Alá) le
apetezca, que te prohibirá trabajar o realizarte para encadenarte como una ama
de cría para que se perpetúe una generación más de ignorantes y sumisos devotos musulmanes.
Porque con el acto de ponerte el pañuelo serás otra posesión
de tu santo marido musulmán, poco más o
menos que una cabra o un camello y encima tú, pobre niña ignorante y devota
seguidora de Alá vivirás contenta con tus cadenas. Aunque bien harías ya
puestos en taparte de verdad todo el cuerpo con el más que islámico burka, para
que así puedas ser considerada una auténtica mujer musulmana y no esa medio
impúdica mujerzuela que todavía tiene la desfachatez de ir enseñando
vergonzosamente tu rostro ante otros hombres, que no son tu marido.
Así que pobre musulmanita hispana, ten cuidado por lo que te alegras, que lo mismo se cumplen tus deseos y acabas demostrando la verdadera
piedad islámica, esa santa paciencia de tener que aguantar a un marido que te
saque 50 años y que haya tenido la suerte de pagar por ti dos docenas de
camellos a tu padre para que te conviertas en su cuarta o quinta esposa.
A mi me parece que esto demuestra lo inútil de prohibir el hiyab, pues están tan adoctrinadas que aunque le obligues a quitarse esa prenda representante de la represión seguirá creyendo lo mismo como en este caso.
ResponderEliminarCosa que luego aprovecharán los yihadistas para fomentar, utilizando tecnología occidental, su mensaje de que occidente es el enemigo en su fantasiosa guerra religiosa.
No entiendo: ¿no estaban prohibidas las referencias religiosas (crucifijos y similares) en los centros educativos públicos? ¿Y si mi religión me dice que debo acudir a clase con un casco de bombero o con nariz de payaso o en pelota picada . . .? Aunque, por otra parte, nazarenos, penitentes y demás hasta están bien vistos.
ResponderEliminarEstimado Ateo, me parece que tienes trabajo por delante.
No me da NINGUNA pena. Tiene lo que se merece, que se la monten su marido y sus 40 compadres. Todos tenemos al alcance la oportunidad de elegir, si queremos y nos esforzamos. Una amiga me dijo el otro día: Si tu familia es religiosa y pepera ¿cómo has salido así? Porque me he molestado en aprender, investigar y contrastar y he tomado mi propio camino a pesar de las dificultades. No había internet cuando me dí cuenta de que algo no iba bien y me confesó el cura en la catequesis. Ya me olía yo el circo, pero oye, sarna con gusto no pica...
ResponderEliminarClaro, culpemos a las víctimas del adoctrinamiento en vez del propio adoctrinamiento...
EliminarClaro que culpo al adoctrinamiento, y también a la gente que no es capaz de ponerlo en tela de juicio y alienarse sin mas abriendo de par en par unas infinitas tragaderas. Insisto, le gusta y no quiere cuestionarlo. Pues ala, disfruta de tu esclavitud.
EliminarSi todo el mundo pudiera poner en tela de juicio lo que le dice la figura de autoridad no existiría el adoctrinamiento. Si dice que le gusta y no quiere cuestionarlo es porque la han adoctrinado bien, por eso es necesario que se elimine.
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