Quizás no exista en el mundo gente más estúpida que esos
predicadores estadounidenses, que intentan por todos los medios convencer al
mundo que La Biblia tiene todas las respuestas y que la devoción y al fe son la
solución a todos los problemas. Sin
embargo, la realidad es tozuda y muchas veces les juega una mala pasada.
Resulta que uno de esos pastores protestantes
norteamericanos que llevan toda la vida achacando a la falta de moralidad todos
los desastres: que una tormenta arrasa Hawái, dios se enfada por culpa del aborto;
que un huracán arrasa media costa estadounidense, la culpa es de los gays. Y
así entre diatriba y diatriba nuestro pastor iba pasando su vida hasta que
recientemente su más que iracundo diosecillo judío ha decidido que ya iba
siendo hora de mandarle un recadito. Así que en
las últimas inundaciones en Luisiana su casa quedó totalmente anegada por la
crecida y él y su familia tuvieron que salir de la vivienda en canoa. Así
que ahora la duda que queda es si su dios le ha descubierto cometiendo el
nefando pecado y ha decidido enviarle una señal.
Y, sin salir de España, creo que en Extremadura, están a punto de nombrar a su patrona alcaldesa permanente, en la línea -como ya se ha denunciado aquí un millón de veces- de mezclar la política con las creencias. Pero esta vez la cosa no consiste en encomendarse a un santo para que llueva o se acabe la crisis sino que piensan sentar a una virgen en el salón de plenos. ¿Quién hablará por ella? ¿Cuando un concejal quiera defender una postura, alegará que "ella" se lo está soplando al oído?
ResponderEliminarPara partirse.