Uno de los principales argumentos de los defensores de las
religiones es que, aunque estas obliguen a los creyentes a comportamientos
estúpidos cuando no directamente perjudiciales para ellos mismos, la “elección” de un
individuo de creer en tal o cual deidad debe ser respetada por encima de
cualquier otra consideración. Y por supuesto este argumento esconde una
monumental falacia.
Sin embargo las religiones no son nunca consecuencia de una elección
racional y razonada, tomada en la edad adulta (más que nada porque cuando una
persona se para a pensar casi siempre el resultado final es el ateísmo), sino
que son el corolario de una compleja imposición de las ideas de padres, familiares, mediadores
de lo divino, profesores e incluso la sociedad y el estado en su conjunto a
unos niños tan pequeños que no tienen capacidad alguna de razonamiento ni de
elección.
Un caso similar sería argumentar que como los hispanoparlantes
hablamos castellano de adultos sin coacción alguna, en lugar de comunicarnos
entre nosotros en inglés o swahili, eso es la prueba de que todos nosotros
hemos “elegido” libremente el idioma en el que queremos comunicarnos.
Es por ello que cuando alguien arguye que debemos respetar la
“libre” elección de una mujer musulmana de llevar el pañuelo o el burka, de
que una
mujer cristiana ha decidido “libremente” ser sumisa frente a su santo
esposo o de cualquier otro comportamiento que afecte a los derechos
fundamentales de las personas se deben encender todas las alarmas ante tan
ofensivo argumento. Porque siguiendo esta peligrosa línea de pensamiento
cualquier abominación puede tener cabida, como por ejemplo esa del execrable
obispo de Tenerife que para justificar la pederastia de su secta indicó eso
de que “los niños van provocando”, siempre y cuando se haya adoctrinado adecuadamente a la víctima. Es por ello que el famoso Síndrome de Estocolmo no exculpa penalmente a los secuestradores.
En resumen, la tan cacareada “libertad de culto” únicamente
esconde la legalización del maltrato psíquico y muchas físico de los más
indefensos: los niños, aun cuando luego crezcan y piensen que han tomado las
decisiones en total libertad.
Aunque siento rechazo de los burka, creo que prohibirlos no es una buena idea, si un país con mayoría cristiana lo aprueba la musulmana se sentirá discriminada al ver que sus costumbres y símbolos son prohibidos mientras se permiten los cristianos, lo que hará que se cierre de mente y vea a las sociedades laicas como sus enemigas, lo que puede hacer que se radicalice.
ResponderEliminarLo mejor ssría hacer que en las escuelas públicas laicas y sitios así todo símbolo religioso no esté permitido, desde la cruz y el rosario hasta el burka, creando un ambiente sano de igualdad y no de discriminación.
daniel
ResponderEliminarCambia burka por ablación y comprenderás el sinsentido de permitir exenciones religiosas. si las costumbres contravienen los derechos humanos: el burka, la sumisión cristiana de la mujer, etc. no deben ser toleradas.
Pero no se puede comparar, que una, que aunque mayoritariamente viene impuesta por una sociedad machista, no deja de ser una prenda de vestir, y la otra es un crimen que viola los derechos humanos.
EliminarEs como si yo ahora digo que el maquillaje es una imposición por la sociedad machista y por lo tanto lo prohíbo.
daniel
ResponderEliminarQuizás no te has dado cuenta pero el burka no es solo una prenda, es algo parecido a la estrella de David del nazismo. Es la guinda del opresivo patriarcado musulmán, cuando una mujer lo lleva está ya casi todo perdido. Hay que prohibir no sólo el burka sino también el adoctrinamiento que conlleva y que convierte a una mujer en una esclava mental.
Por eso mismo, hay que combatir contra ese adoctrinamiento, y para eso no sirve simplemente prohibir el burka, pues eso solo consigue que esa esclava mental se crea que es cierto lo que dicen los fanáticos religiosos de que la sociedad laica les discrimina.
EliminarAdemás muchas veces el prohibir el burka es solo una táctica utilizada por fanáticos cristianos del PP para buscar un enfrentamiento con el Islam y no eliminar la opresión patriarcal musulmana.
EliminarEn realidad el burka es peor que la estrella de David nazi, ya que los judios no se la ponían "por convicción" sino por obligación.
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