En España se da una tremenda, injusta y discriminatoria
justicia; mientras por una parte hay delitos que no se persiguen, o cuando se
hacen es "tarde, mal y nunca" como reza el dicho, sin embargo en otras
ocasiones la celeridad de la justicia española parece legendaria.
Desde hace unos meses los poderes de este país se sienten
tan amenzados que tanto el gobierno como la judicatura están reaccionando
de manera injusta, desproporcionada y hasta casi de manera inquisitorial en
cuando sienten vulnerados los, parece ser que, sacrosantos e intocables
principios nacionalcatólicos. Así, si una mujer enseña los pechos en una
concentración solicitando la separación entre iglesia y estado, o un par de
simples titiriteros muestran una escena mordaz contra la represión policial,
rauda y veloz se pone en marcha la más represora maquinaria inquisitorial del
estado para perseguir de oficio a estos tan "peligrosos" delincuentes.
Ahora bien, si cualquier miembro de la derecha ultramontana
patria, altos dirigentes del PP y miembros del gobierno incluidos, insultan y
denigran a la única época verdaderamente democrática que ha disfrutado este
país en milenios o si hacen directamente apología del fascismo y del genocidio
franquista, aquí paz y después gloria.
Y por supuesto, si entramos en el putrefacto tema de la
corrupción política que está destruyendo la convivencia y a la propia sociedad
española, aquí la justicia (cuando decide actuar) lo hace de la manera más
lenta y suave posible, de tal manera que a día de hoy estamos gobernados por
una mafia corrupta en la que ninguno de los dirigentes culpables de tan graves
delitos no sólo no ha sido juzgado, sino que muchos de ellos como Esperanza
Aguirre, Rita Barberá o el propio presidente del gobierno Mariano Rajoy ni
siquiera están acusados y encima, se siguen riendo en las narices de la propia justicia
mientras continuan con su descarado latrocinio de los bienes públicos. La siguiente viñeta de la muy recomendable revista
"Orgullo y Satisfacción" lo resume muy irónicamente.
Y mientras tanto todos los dementes, estúpidos, medievales,
anacrónicos y fanáticos líderes religiosos de las más variadas y dementes religiones,
crecidos en su ignorante intolerancia, piden
la instauración en España de lo que sólo se puede clasificar como una Teocracia
Multiconfesional.
Mientras sigamos siendo un país aconfesional y no laico (como acaba de recordarnos el actual portavoz del gobierno en el Congreso) esto no tiene arreglo.
ResponderEliminarRecomiendo este ensayo a quien no lo conozca:
http://orlandiana.blogspot.com.es/2016/02/tratado-de-ateologia-de-michel-onfray.html?m=1
La confusión de la mayoría de los españoles con el término "laico" es curiosa. Aconfesional y laico significan lo mismo o practicamente lo mismo. Busquen en el diccionario y se darán cuenta.
EliminarMe temo que aún nos queda algo de tiempo, quizá algunas generaciones, para que la corrupción esté tan mal vista que sea solo un caso aislado, no como ahora que quien no corre vuela y no se salva ni el apuntador. No sé si lo veremos, pero tarde o temprano la Iglesia estará presente para quien quiera, en las iglesias, se habrán terminado los toros y tantas y tantas demostraciones de maltrato animal, los políticos no tendrán tiempo de robar y España será un país educado; pero para eso aún habrá que esperar...
ResponderEliminarLo de los titiriteros me larece muy muy mal ejemplo
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