Lejos de esa falsa seguridad de que la vida tiene un
propósito, somos el centro del universo y por tanto se tienen que cumplir todas
mis aspiraciones, incluso la más estúpidas, este entrevistado desenmascara la
realidad y presenta una filosofía vital racionalista, realista y por
consiguiente totalmente alejada de esa errónea visión mágica que contamina el
pensamiento humano desde sus más arcanos inicios.
Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.
No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.
En general estoy bastante de acuerdo con lo que dice este simpático individuo.
ResponderEliminarYo gusto de rezar esta oración cristiana desde mí "zombilismo" descerebrado, creo que no es muy diferente de su propuesta, aunque menos frivola y un tanto más espiritual:
Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar
y la sabiduría para conocer la diferencia;
viviendo un día a la vez,
disfrutando un momento a la vez;
aceptando las adversidades como un camino hacia la paz;
pidiendo, como lo hizo Dios,
en este mundo pecador tal y como es,
y no como me gustaría que fuera;
creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien
si yo me entrego a Tu voluntad;
de modo que pueda ser razonablemente feliz
un saludo
Eso de que no te gustaría que el mundo fuese pecador, va contra las reglas del ser más poderoso del universo que, según dicen, no crece un solo cabello sin su consentimiento, o sea, si el mundo está una mierda es por culpa suya. Y si tú quieres ir contra los deseos de este, estás pecando, porque te gustaría que fuera diferente a lo que tu dios determinó.
EliminarY si pides para que te conceda serenidad para aceptar las cosas que no puedes cambiar, porque de lo contrario, saldrías por las calles arrancándote los cabellos y gritando como un gay histérico, no veo por qué te reprimes. Sinceramente para nosotros sería divertido.
Y pedirle al ser imaginario que te de “valor para cambiar las cosas que puedes cambiar”, pero, si ya las puedes cambiar, ¿Por qué no las cambias y ya? ¿Precisas imaginar que alguien te empuja con amor? ¿Esto se junta con lo anterior de querer salir como una loca desvariada por la calle?
¿Y pedirle al ser imaginario que las cosas estén bien, como lo hacen los talibanes? Estos sí que siguen la voluntad del dios del desierto, que por coincidencia es el mismo anormal que tú sigues.
Y después de todo eso, volvemos a la actitud histérica anterior, dejándote en total sumisión, en la cual pierdes toda actividad para ser feliz pasivamente.
Por si no lo sabes, somos hombres con la posibilidad de nacer, vivir y morir dignamente. No precisamos imaginar seres poderosos que nos guíen, porque no aceptamos la sumisión. La inteligencia no nos permite. Ese deseo de ser poseído por un ser poderoso y entregarse a su voluntad… por favor. Déjate ser. Para de rezar contra tus deseos de salir por la calle gritando lo cuanto eres feliz en tu sumisión. Juega con la posibilidad de que dios te de una palmadita en el culo cuando te portas mal o te desvías en tus pensamientos. Libérate de esa opresión de no ser lo que eres. Y sé feliz.
PS: vaiffanculo.
Enric
ResponderEliminarEs una verdadera lástima que consideres frívola una filosofía basada en la realidad y en cambio antepongas una visión sumisa, humillada y errónea sólo porque es “espiritual”, es decir alucinada.
Enric Rodríguez, ¿sus neuronas a qué están conectadas ?
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