La derecha nacionalcatólica y medieval española ha pasado de
la indignación a la cólera al descubrir que algunos ayuntamientos españoles han
sustituido en las cabalgatas navideñas a los más falsos que un billete de seis
euros Reyes Magos por personajes
que representan valores cívicos mucho más acordes con una democracia
avanzada del siglo XXI.
Y por supuesto es más que llamativo que los que han montado
esta falsa polémica sobre las cabalgatas laicas sean aquellos pobres e ignorantes
individuos que piensan que una zarza ardiente envió a la Tierra a una paloma
sideral para fornicar con una virgen judía y así poder engendrar a un semidios
milagrero que despeñaba gorrinos supuestamente endemoniados al mar.
En algún momento como sociedad avanzada, a la vez que preocupada
por la salud física pero también mental y el bienestar de todos los ciudadanos,
junto con la defensa de los derechos más elementales de la infancia, deberíamos
parar este degradante tipo de alineación mental, prohibirla por ley y perseguir
judicialmente a sus impulsores, porque estas prácticas son tan perversas a la
vez que poderosas que consiguen que individuos adultos se mantengan perpetuamente
en una etapa infantilizada de amigos imaginarios, y que tengan por tanto comportamientos
tan próximos a la locura que caen perfectamente dentro del ámbito de las
enfermedades psiquiátricas y que, consecuentemente y por su bien deberían estar
medicados bajo estricta atención sanitaria en lugar de ser creadores de opinión
o incluso dirigir medios de comunicación y lo que muchas veces es todavía peor,
llegar a gobernar a un país como nuestro demente
ministro del Interior que delira directamente con su "ángel de la guarda"
como si todavía tuviera 5 años.
Porque a mí personalmente me genera mucha ansiedad y estrés que
un alucinado confeso de este calibre esté al mando de decenas de miles de policías
y guardias civiles y que nuestra seguridad como nación dependa de qué narices
le cuenta su "amigo" Marcelo al Ministro del Interior cuando se
levanta por la mañana.
Porque un demente que es capaz de dejarse aconsejar por
su ángel de la guarda a la hora de aparcar ¿por qué no va a hacerle caso cuando
tenga que decidir cómo y cuándo luchar contra el impío y anticristiano
terrorismo islámico, sobre todo si Marcelo está en línea directa con el único
dios verdadero, que casualmente todo lo sabe y vela por este católico país?
En resumen, más educación cívica y menos cuentos chinos a la infancia para
evitar terminar como en la situación actual.
A mí no me gustan los reyes laicos disfrazados de cristianos que desfilan por las ciudades haciendo a los niños pijos consumidores. De hecho, no me suele gustar la frivolidad en general, la laica que parece burlarse de las tradiciones y dárselas de manera posmoderna de más adecuada a los tiempos actuales, y la que se da de cristiana y tradicional pero alimentándose exclusivamente de lo puramente comercial, cursi y banal; infectando de todo ello a las mentalidades infantiles.
ResponderEliminarPero hay una faceta del cuento de los reyes que me gusta y que se adecua a mis intereses personales, a mi locura cristiana, a mi descerebrada manera de estar en la realidad. Una muy propia del “judío loco engendrado por una paloma fornicadora en una virgen judía”. Es la que decía el poeta que al parecer llevó a ponerse en marcha a los reyes y a postrarse ante el recién nacido y futuro alocado nazareno:
“El primero dice: Debo saber cómo ser verdadero, por eso sigo la estrella.
El segundo dice: Quiero descubrir cómo vivir, por eso sigo la estrella.
El tercero dice: Necesito averiguar cómo amar, por eso sigo la estrella. “
En fin...eso es lo que da la locura esa, que te hace interesarte sólo esas en estas tres concretas y exclusivas memeces del cuento inventado ese, el de magos siguiendo estrellas.
Un saludo
Enric
EliminarEs una pena que necesites seguir a una estrella inventada para sentirte mejor.
¡Dios mío! ¡Virgen Santa! Te habrás quedado a gusto escribiendo esto...
ResponderEliminarYo me he sentido estupendo leyéndolo, felicidades.
Fernando
ResponderEliminarEscribir el blog es mi válvula de escape ante tanta estupidez. Me alegro mucho que a personas como tú también les sirva y ello me motiva para seguir.
Saludos
El comentario en Facebook de una conocida. Cito con su autorización.
ResponderEliminar«Ha salido el Sol. Al fin tendremos un día de primavera. Por lo demás, ahí está la tragedia, con sus heridos y sus muertos. Me he despertado temprano. Si continúo en este plan, pronto me iré a vivir al corazón de Siberia. Cuanto más lejos de la civilización, mejor. Hoy tendré que oír muchas tonterías, de ortodoxos y de musulmanes, también de algún cristiano occidental. Todo esto apesta a pasado rancio. Y parecía que Baikonur estaba tan cerca. No sé qué pensar sin poner en riesgo mi estabilidad emocional. Pero no me cabe duda de que algo no está funcionando bien. Nuestra especie adora la caverna. Apenas se asoma al exterior se asusta y lucha por retornar a ella. Por cuatro que tiran hacia adelante hay millones que pugnan por retroceder. Hoy no me ducharé. Tampoco desayunaré. Estoy embroncada. Me voy caminando al hospital. Que tengan un buen día.»
Saludos.
Joder tio, cuanta bilis!
ResponderEliminarMira que yo paso de religiones pero todo ese odio que tienes no debe ser sano. Busca ayuda.
aroneo
ResponderEliminarPues mientras tu pasas tenemos un ministro demente a cargo de la seguridad de España ¡que tengas felices sueños!
Está claro que las personas adultas capaces de creer en chorradas infantiles tienen un problema psiquiátrico, seguramente provocado por el lavado de cerebro al que se les sometió de niños... Da miedo pensar que un ministro de defensa pueda estar tan loco como para hablar con un ángel, y a ningún responsable político le parezca extraño... ¡qué país!
ResponderEliminarMuchas gracias por el blog, me anima ver que, aunque no demasiados, algunos pensamos con lógica y claridad.
¡Un abrazo!
Gracias Jaime, porque a veces parece que soy un naúfrago en un isla rodeado de aborígenes imcompresibles.
ResponderEliminarAteo666666, gracias por seguir ilustrandonos, Gracias!!!.
ResponderEliminarJoer Ateo, no digas esas cosas... cagüen la zarza ardiendo.... Ya he dicho en un comentario anterior que creo que no habrá llegado que somos unos pocos náufragos en la misma isla o cada uno en la suya, o pilotos cada uno de su nave, con la misma situación que tú. Pero bien nos podemos echar unas risas con un blog como el tuyo y encima reflexionar un poco. Casi nada.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog y siempre palante, unos cuantos perezosos como yo que no escriben en un blog tienen como válvula de escape asomarse al tuyo y a la Ciencia y sus demonios.
Aúpa la montaña y salud.