Año tras año, en la multitudinaria peregrinación a La Meca varios
cientos de adocenados musulmanes mueren pisoteados en diversas avalanchas, en
una de las más palpables pruebas de cómo la religión puede convertir en irresponsables
suicidas a cualquier individuo.
Hace unos días murieron más de 700 peregrinos y otros 800
resultaron heridos al intentar acudir a la famosa "lapidación del
diablo", en una triste tradición que se sucede año tras año, de
tal manera que en las últimas décadas han fallecido miles y miles de
ignorantes. El record lo ostenta el año 1990 en donde murieron 1426 personas,
pero raro es el año que no mueren aplastados varios cientos de idiotizados
creyentes que acuden a matar al diablo y al final ese demonio se revuelve y se
los lleva al infierno. Pero eso sí, el año que viene millones de patéticos ignorantes
intentarán nuevamente cumplir con la sangrienta tradición que acaba llevando al
hoyo a algunos de ellos.
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