Aunque teóricamente España es un estado aconfesional, en
donde todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y obligaciones, la triste
realidad es que vivimos en una teocracia nacionalcatólica encubierta.
Porque sólo así se puede entender que un
miserable arzobispo lleve meses desoyendo e incumpliendo los edictos de un juez,
mientras encubre impunemente a una panda de asquerosos delincuentes sexuales
con alzacuellos, y por supuesto nadie se plantea encausar y mucho menos
encarcelar ¡dios santo, herejía! al mezquino encubridor.
Y ya para terminar, en otra de las habitualmente idiotizadas
decisiones de este gobierno trufado de papanatas católicos, sumisamente meapilas
hasta el hartazgo, se ha decidido que un cuartel de la policía nacional, que
para más inri será el nuevo acuartelamiento de las unidades antidisturbios
(esas mismas que se dedican a reprimir a cualquier ciudadano, por muy pacífico
que sea, que se permita la osadía de protestar contra este corrupta
pseudodemocracia de mentira en la que vivimos) lleve
el estomagante nombre cristiano de "Ángeles Custodios".
Así que en resumen, si uno cierra los ojos parece que poco ha
cambiado desde aquellas no tan lejanas épocas en donde el gallego genocida
imponía el más cruel y criminal nazionalcatolicismo.
P.D.
Y como guinda el
ayuntamiento de Sevilla que ha recortado todo su gasto social, en cambio sí que
tiene un millón y medio de euros para regalar a la iglesia católica, porque
aunque su reino no es de este mundo, el dinero que siempre necesita esta avara
institución sale de nuestros bolsillos.
Griselda
ResponderEliminarLa verdad es que la iglesia católica tiene bien cogidos a las naciones hispanoparlantes.
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