Las historias sobre casas encantadas han generado infinidad de leyendas
y parece ser que lejos de ese aire sobrenatural de espíritus errantes que se
quedan a este lado de la realidad para molestar a los vivos con sus siempre
incómodas apariciones, la explicación puede ser mucho más mundana.
Así un grupo de investigadores estadounidenses se han dedicado a visitar casas supuestamente encantadas y se han dedicado a tomar muestras de
las paredes, rincones y hasta del aire de estas casi siempre viejas y
deterioradas viviendas.
Y sorprendentemente (o no tanto) han encontrado que en este tipo de
dañadas moradas hay altas concentraciones de sustancias tóxicas como diversos
tipos de mohos y de hongos, organismos que son de sobra conocidos por sus
muchas veces alucinógenas propiedades.
Así que en resumen, la realidad (como siempre) tiene una explicación
más simple, racional y terrenal, o como decía mi abuela "es que las
drogas son muy malas".
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