Si quedaba alguna duda de que esta democracia bastarda, nefanda hija del
fascismo franquista está corrompida hasta la médula sólo hace falta acudir a la
hemeroteca.
La sangrienta y criminal dictadura
argentina reconoció la gran "labor" de nuestros provectos próceres de
la patria hispanos, con el parasitario Borbón a la cabeza, condecorándolos
vergonzantemente por la ayuda recibida, el apoyo a sus crímenes y la
colaboración del expolio sufrido por la nación argentina.
Y que estas medallas
llenas de sangre se regalaran al fascista y criminal Manuel Fraga Iribarne no
representa ningún tipo de novedad y hasta sería esperable, pero que Felipe González, fingido demócrata y autodenominado socialista (aunque por supuesto Pablo Iglesias debe
estar revolviéndose en su tumba por este incalificable individuo) también
recibiera la suya sólo reafirma la terrible conclusión de que el régimen salido
de la bastarda transición española no ha sido más que una farsa para perpetuar
en España y en el mundo la opresión filofascista en todas sus variantes.
Muy bien, pero corto, Nos faltan datos, que los hay, para demostrar la afirmación. El viaje de todos estos izquierdistas de pacotilla de chaqueta de pana a camisa de marca es una constante en la humanidad. Pocos han hecho el viaje contrario: el de la indignidad a la lucha... Yo no tengo esperanza, tengo el convencimiento moral. Dijo el poeta Ángel González: SIN ESPERANZA, CON CONVENCIMIENTO... Pues eso.
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