Aunque el nuevo papa está intentando lavar la cara a esa
iglesia podrida hasta sus cimientos, no hay que escarbar nada más que un poco sobre esa mentirosa superficie para observar que en el fondo todo sigue igual, y la secular
asociación entre catolicismo y fascismo sigue viva en todo su esplendor.
Y como no podía ser de otra manera la iglesia católica
española es quizás una de las más fascistas del mundo. Por ejemplo, en
la catedral de Toledo se celebra TODOS los días del año una misa en
"honor" de los militares genocidas ¡qué asco! que se alzaron
contra el gobierno legítimo de la II República.
Unos hechos que bajo la actual Ley de Memoria Histórica
serían constitutivos de delito y por tanto el cura franquista que la oficia y
los asistentes filonazis podrían ser encausados. Pero claro, esto es España y por supuesto la
ley no se cumple cuando hablamos del nacionalcatolicismo y si me apuran resulta
que estos apologistas del genocidio y la barbarie recibirán subvenciones públicas y ayudas para
mantener esta tan hispana "tradición".
No hay comentarios:
Publicar un comentario