Muy desgraciadamente hoy, todos aquellos que
pensamos que la libertad de expresión y la libertad de conciencia están por
encima de todos y cada uno de los dioses inventados a lo largo de la Historia (y
en los que creen de manera más o menos fanática miles de millones de pobres
ignorantes miembros de esta tan dispar especie humana) estamos de luto por
el criminal atentado terrorista que ha asesinado fríamente al menos a 12
periodistas franceses del semanario satírico Charlie Hebdo.
El delito de estos periodistas ha sido, como
siempre, enfrentarse y caricaturizar lo que no es más que el delirio de unos
dementes ignorantes, que consideran en su fanática locura que un beduino
pederasta como Mahoma es intocable y que sus alucinaciones son sagradas.
Por todo ello, y como mejor homenaje a estos
valientes que dieron su vida por llevar un poco de luz a este todavía demasiado
fanático y atrasado mundo, sólo quedar blasfemar lo más alto y más claro
posible:
Tenemos derecho a blasfemar y si algún dios se molesta que venga él personalmente a quejarse. Abstenerse intermediarios
ResponderEliminarAdorar lo sobrenatural es despreciar la vida
ResponderEliminarNo hay nada que no sea natural. Lo es incluso la locura que supone creer en lo sobrenatural.
Ayer esa locura de las creencias religiosas demostró su peligro en París, matando doce personas. Para los locos que creen que después de esta vida hay algo mejor es fácil despreciar la vida.
Lo mejor que se puede hacer con las creencias religiosas es curarse de ellas, volver a respetar lo natural y olvidar lo sobrenatural.
Soy ateo
Je suis Charlie
La primera noche ellos se acercan y cogen una flor de nuestro jardín,
ResponderEliminary no decimos nada.
La segunda noche ya no se esconden pisan las flores, matan nuestro perro
y no decimos nada.
Hasta que un día el más frágil de ellos entra sólo en nuestra casa,
nos roba la luna,
y conociendo nuestro miedo
nos arranca la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada
ya no podemos decir nada
Vladimir Maiakovski.
Poeta ruso
1893-1930
El hecho de que los musulmanes hagan lo que hacen basados en sus creencias en sus tierras de origen, ya nos deja aterrorizados. Ahora, llevar sus leyes para fuera de sus lugares de origen, no deja en pánico, por ser terror literalmente.
ResponderEliminarLa censura de prensa para ellos es la muerte.
Tienen problema con la libertad de expresión y la democracia, pero cuando alguien se queja de sus discursos de odio, dicen que tienen libertad de expresión garantida por la constitución. No aceptan nuestra cultura ni la libertad que tienen nuestras mujeres o lo que comemos, y quieren que aceptemos la de ellos con sus burkas, hiyab, su halal, sino somos llamados de islamofóbicos.
Es un juego estúpido donde los no-musulmánes o Kafires, somos vistos como contra el islam, sin saber lo que esto puede provocar al no tenernos conocimiento de sus ideas psicopáticas.
Estamos todos a merced de alucinados que se incomodan con otra forma de pensar a no ser la de ellos con el agravante de que consiguen armas y matan sin remordimiento. Es terror. Y para peor les enseñan que es bueno mentir con respecto a sus creencias, si fuera necesario, delante de Kafires. O sea, para propagar el islam ellos pueden engañar y matar sin perturbar sus creencias.
Si los gobiernos no despiertan, estamos condenados.
Lamentamos por la muerte de estas personas, que confiaron en la libertad de prensa promovida por la constitución y supuestamente protegida por su gobierno. Gobierno este que permitió la proliferación de una secta de fanáticos asesinos que se mezclan entre personas de buena intenciones con la mala intención de implantar el terror cobarde, abusando de la confianza de mentes inocentes, protegiéndose por leyes que fueron hechas para gente de bien, con base en ideas como “Libertad, Igualdad y Fraternidad”.
http://es.wikipedia.org/wiki/Kafir