Aunque parezca increíble el nivel de mentirosa desfachatez
de este gobierno está alcanzando cotas inimaginables. El último ejemplo nos
viene del siempre polémico ministro de educación José Ignacio Wert y su particular
forma de retorcer las estadísticas para que al final digan lo contrario de la realidad.
En un país en donde se está desmantelando en la práctica elsistema científico y en donde miles de investigadores sin plaza fija han sido
despedidos por los brutales recortes en la inversión científica, nuestro
impresentable ministro de educación acaba de afirmar sin rubor ni tampoco vergüenza
alguna que
"A veces se malinterpretan las cifras sobre fuga de cerebros, lo que hace que se esté sobredimensionando el fenómeno de la salida (al extranjero) de talento investigador formado".
¿Y cuáles son los datos en los que se basa su increíble
afirmación? Pues que según este mago de la mentira
“En los últimos cinco años, el número de investigadores, científicos titulares o profesores de investigación que han dejado su plaza en el CSIC para irse a centros extranjeros es de 13 sobre una base de profesionales de varios miles"
Cosa que quizás pueda ser cierta pero ¿y qué? Porque resulta
que como bien sabe nuestro ministro, las personas a las que alude conforman la
élite de nuestro sistema investigador ya que son funcionarios de carrera con plaza
fija de por vida, llevan décadas dirigiendo laboratorios de investigación y
mientras consigan mantener mal que bien algo de financiación, aun cuando esta se
reduzca año tras año, no van a abandonar todo su trabajo para expatriarse.
Porque lo que sabe perfectamente este mentiroso ministro es
que si hubiera recogido esos mismos datos de los investigadores de base:
licenciados que están realizando su tesis, personal recién doctorado o aquellos
doctores en investigación sin plaza fija y dependientes de un contrato temporal
los números serían muy distintos y a la vez muchísimo más dramáticos. Sólo hay
que pasearse por los departamentos de cualquier centro de investigación o facultad
españoles para encontrar laboratorios prácticamente vacíos salvo la
presencia del jefe del laboratorio y algún que otro estudiante que todavía no
ha tirado la toalla. Y ello incluye incluso a los centros más prestigiosos y mejor financiados como el CNIO o el CNIC, en donde hace unos años no cabía un alfiler
y ahora tienen plantas enteras cerradas por falta de personal. Y andan
desesperados por alquilar a quien sea estos laboratorios para así poder conseguir
algo de dinero.
Porque nuestro ministro sabe que son miles de exbecarios y
excontratados los que han emigrado al extranjero a continuar unas carreras que en
España son imposibles de desarrollar. Por eso tramposamente se saca de la
chistera ese dato totalmente irrelevante para afirmar de la manera más
mentirosamente descarada que aquí la ciencia sigue bien, cuando todos sabemos
que de continuar estas absurdas y suicidas políticas de recortes en unos pocos
años en España vamos (o van) a quedar menos investigadores que linces ibéricos,
que es ya es decir.
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