Nuestros nazionalcatólicos y filofascistas gobernantes parece
como si no se hubieran enterado de que vivimos en el siglo XXI y no en el ya lejano
XIX.
Porque sólo así se puede entender que se premie con la mayor
distinción educativa posible, la Orden de Alfonso X el Sabio, por
"los méritos contraídos en los campos de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia y la investigación”
a
la orden de los marianistas, agrupación católica dedicada al
adoctrinamiento de los vástagos de las élites de este país en el famoso Colegio
del Pilar madrileño. De tal manera que gran parte de los políticos
españoles de diversas tendencias han pasado por sus aulas y así nos luce el pelo,
ya que estos individuos han creado la actual pseudodemocracia inoperante,
corrupta, filofascista y por supuesto siempre sumisa a los deseos y dictados de
la siempre todopoderosa iglesia católica.
Así al final de igual que gobernara el PP o el PSOE que
siempre había un ministro, líder o alto cargo "educado" en el Pilar
o el cualquier otro de los colegios religiosos que la intocable iglesia
católica tiene repartidos por todo el país, para que todo siguiera igual. Y sólo
así se explica muy gráficamente que en esta alternancia falaz de diferentes
siglas a lo largo de toda la democracia, las directrices generales del país
hayan estado siempre sometidas a los espurios intereses de las élites, en
connivencia con la iglesia y el ejército, cuyas
academias militares también han recibido el máximo galardón educativo.
En resumen, si la excelencia educativa consiste en
adoctrinar a los niños en la secular asociación de religión y militarismo,
luego no nos extrañemos que este desgraciado país llamado España siga anclando en
ese tenebroso pasado magníficamente resumido en el ¡Que inventen
ellos! y nunca lleguemos a destacar en lo verdaderamente importante y
duradero: el conocimiento científico.
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