El gran ahorro de la vírgenes católicas alcaldesas

Ya que nuestros gobernantes le han cogido afición a esa medieval costumbre de nombrar alcaldesa perpetua del pueblo en cuestión a la virgen particular del lugar bien haríamos en llevar esa santa y nacionalcatólica costumbre hasta sus últimas y cristianas consecuencias. 

Visto que esos alcaldes papanatas muestran tan palpablemente su ineptitud y beatería (saltándose de paso los más elementales principios democráticos) bien podríamos llevar a término ese traspaso de poderes, de tal manera que el ignorante regidor fuese cesado del cargo y que la alcaldía recayese de verdad en la estatua de escayola a la que tan devotamente rinden homenaje en la corporación municipal. Ello tendría una doble ventaja. Primero evitaría que estos alcaldes meapilas siguieran enriqueciéndose en las miles de corruptelas y delitos con los que nos desayunamos todos los días al leer el periódico. Y segundo, nos ahorraríamos sus vergonzosos y estratosféricos sueldos.

¿Se imaginan por ejemplo en Madrid si la virgen de la Almudena hubiera sido nuestra alcaldesa efectiva? Tomar decisiones, no hubiera tomado ninguna esta estatua de escayola por mucho que los sotanados de turno nos hablen de sus grandes proezas milagreras pero eso sí, nos hubiéramos ahorrado los miles de millones de euros dilapidados por nuestros faraónicos alcaldes y la megalomanía de los Juegos Olímpicos. Y total, la ciudad seguiría igual de sucia y anárquica que siempre, pero eso sí sin las escandalosas tramas de corrupción de las últimas décadas, pergeñadas para mayor gloria de banqueros, comisionistas y constructoras y el enriquecimiento general del PP y en particular de sus dirigentes regionales.