Los ateos siguen siendo la minoría más perseguida del mundo

Aunque es habitual en los medios de comunicación que aparezcan noticias acerca de persecuciones religiosas en diversos países del globo, es muy fácil olvidar que hay un colectivo absolutamente desprotegido y perseguido en multitud de países: los ateos.

Así en trece países (Afganistán, Irán, Malasia, Maldivas, Mauritania, Nigeria, Pakistán, Qatar, Arabia Saudí, Somalia, Sudan, Emiratos Árabes Unidos y Yemen) que implican unos 600 millones de habitantes, cualquier persona acusada de ateísmo puede ser ejecutada legalmente, muchas veces muy cruentamente como en el caso de las lapidaciones o decapitaciones.

Además no hay que irse muy lejos buscando atrasados países islámicos, ya que en prácticamente todas las naciones de la supuestamente civilizada Unión Europea los ateos son discriminados o perseguidos de manera más o menos flagrante. Incluso en bastantes de ellos como Austria, Dinamarca, Alemania, Grecia, Hungría, Malta o Polonia un ateo puede ser encarcelado durante varios años por ofensas a la religión o a los creyentes o por blasfemia si hace uso de su libertad de expresión. 

El resto de los países del mundo oscila entre una suave o sistemática discriminación hasta graves violaciones de los derechos y libertades de los ateos o no creyentes. 

Únicamente en 16 países (Santo Tomé y Príncipe, Benín, Níger, Sierra Leona, Jamaica, Uruguay, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Kosovo, Bélgica, Holanda, Fiyi, Kiribati y Naurú) que representan a tan sólo unos 270 millones de habitantes, existe una igualdad total entre creyentes y ateos y no existe discriminación legal alguna para los no creyentes. Por cierto, España está catalogada como un país con una discriminación sistemática en donde existe trato preferencial a los creyentes y apoyo masivo público a la religión en múltiples variantes.